Viaje a Chiloé #3 – Tour de Observación de Aves (Caulín + Tocoihue)

Hoy vengo a darles una alegría, pero desde otra óptica. Si bien el transporte público es una de mis grandes pasiones o aficiones, en realidad no es la única (¡pues manejo muchos temas y me interesan otros tantos!), esta vez verán algo de paisajes y también un montón de aves en un tour literalmente armado a la medida. ¡Espero que lo disfruten mucho y puedan terminar el post con una gran sonrisa! 🙂

Como platos fuertes están el humedal de Caulin (uno de los mejores sitios para observar aves en Chiloé) y las bellísimas Cascadas de Tocoihue (uno de los sitios más bonitos de Chiloé, aunque de difícil acceso en transporte público). También anduvimos por varias otras partes (Ancud, Quemchi, Isla Aucar, Putemún) pero el fuerte del tour son estas dos.

UN DÍA ESPECIAL: EL CUMPLIMIENTO DE UN SUEÑO DE NIÑEZ

De niño me gustaban mucho las aves, tengo por ahí unos libros de ornitología básica y un par de veces hice disertaciones sobre una de mis aves favoritas: ¡los flamencos! No seguí ese camino como para especializarme en eso, tampoco recuerdo las partes básicas de un ave (barbilla y todo ese jaleo), pero siempre les he tenido harta admiración. Un deseo no concretado era dedicarme a fotografiar aves en un entorno natural…

Hace unos años estaba planificando un viaje al sur con alguien y supe que durante los meses de otoño e invierno llegan varias aves migratorias a Chiloé, entre ellas, los flamencos chilenos. Desde ahí me entusiasmé y quise darme un regalo de cumpleaños así. Pasaron los años y justo este año se dieron las cosas, movieron pruebas y quedó un fin de semana totalmente libre. No lo pensé mucho antes de tirarme. En 3 días tenía el tour armado, me conseguí el lente teleobjetivo para hacer las mejores fotos posibles e hice unos trabajitos extra para tener reserva de dinero.

El día partió con este desayuno de campeón en el Hostal Quelcun. Un té, pan, mantequilla, queque, yogur y jugo, ¡qué mejor! Comí rápido para no hacer esperar tanto a Christian, aunque algo me tuvo que esperar jajaja. El itinerario del tour lo armamos entre varias conversaciones, quedando en: Castro – Caulín – Ancud – Quemchi (Isla Aucar) – Cascada de Tocoihue – Putemún – Castro. Un viaje que en transporte público sería muy complicado de hacer incluso en verano, se necesitarían varios días para visitar todas esas cosas por temas de frecuencias (si no me equivoco, solo Caulín ya tiene como 2 ó 3 buses al día jajaja).

En carretera, esta foto me encantó y no podía dejar de ponérselas en mi querido blog. ¡Salen dos buses que HE TOMADO y que me han brindado una linda experiencia! Uno es el bus azul eléctrico FYWS81 de ETM, categoría Cama Premium, una joya que tuve el placer de probar en el viaje Puerto Montt – Santiago (leer viaje). Más atrás, está la unidad 713 de Cruz del Sur, un bus de dos pisos Salón Cama, que me llevó desde Castro a Santiago (leer parte 1 y parte 2 del viaje). ¿Y la foto? No es que me tire flores, pero da para ser portada de revista, ¡quedó súper!

CAULÍN – El mejor sitio para ver aves

Lo primero que vimos en Caulín fueron este par de Patos Anteojillos (Speculanas specularis), que son aves tímidas y se fueron alejando de nosotros jajaja. Desde Castro a Caulín fueron unos 100 km de gratas conversaciones.

Al llegar a la playa o el humedal de Caulín, el espectáculo que nos brindó la naturaleza fue muy bello. No sé, ver todos esos flamencos en vivo y en directo, en su entorno natural, sabiendo que vinieron desde lejos (probablemente desde Torres del Paine)… fue una cosa muy linda. Es cumplir un sueño, he visto flamencos antes en otros entornos como el Parque Bicentenario de Vitacura, pero no es lo mismo, ¡no hay nada como verlos en vivo! (y sin tener que ir a las alturas de San Pedro de Atacama jajaja).

Es muy bonito el vuelo y aterrizaje de los flamencos, a éste le apodé el «Karate Kid«, asumo que imaginarán el porqué jajajaja. En general, casi todos los flamencos aterrizan así.

Debo admitir que era primera vez que operaba un lente teleobjetivo (un 55-250mm), al principio me costó adaptarme al peso extra (375 gramos vs 200 gramos de mi lente habitual) y agradecí totalmente el hecho de que tuviera estabilizador de imagen. Las fotos quedaron muy bonitas, ¡me costó mucho elegirlas!

En foto arriba, se ve un zarapito (Numenius phaeopus), es un ave súper común en las partes costeras. Tengo fotos de varios de ellos. Investigando más sobre él, también corresponde a un ave migratoria. Cuando es invierno acá se mueve hacia América del Norte (¡medio viajecito!) llegando hasta Alaska y Canadá. Después dicen que el viajero soy yo jajajaja.

Esta ave no la conocía: el rayador (Rynchops niger). Es muy bonito verlas volar, siempre están en bandada y su nombre se debe a que «rayan» el agua dejando estelas. En general, vuelan todas juntas a baja altura y dejan el pico abierto mientras van volando de forma que van comiendo peces, mariscos y otras cosas.

Los humedales son zonas muy importantes desde un punto de vista ecológico o ambiental, siendo a su vez muy vulnerables por el tema del cambio de uso de suelos, desviación de aguas, la construcción de estructuras, contaminación y exceso de nutrientes (eutrofización, como pasó con la crisis de Chiloé).

Caulín es un sitio maravilloso, de verdad que nunca había visto tanta ave junta y conviviendo en paz. En foto arriba ven las clásicas gaviotas, varios flamencos chilenos, unos cisnes de cuello negro más atrás y al lado de nosotros había otro montón de especies más. Actualmente hay humedales que se han protegido mediante RAMSAR (pueden ver una infografía que explica más en detalle la importancia de los humedales), lamentablemente Caulín no está dentro de esa lista (en Chile hay 13 sitios). ¡Ojalá que mis hijos y nietos puedan disfrutar de esto como yo! Que no pase como en tantas partes, que los desecan y tienen que venir angelitos como Marino Morikawa a rescatarlos (ver otra nota).

Esta foto me encanta, ¡la encuentro tan bonita, es como foto de enamorados! Los cisnes de cuello negro (Cygnus melancoryphus) son aves que he visto varias veces y en distintas circunstancias (entornos antrópicos o humanos: Jardín Japonés de La Serena y Parque Bicentenario de Vitacura; entornos naturales: Santuario de la Naturaleza Carlos Andwanter en Valdivia) pero NUNCA LAS HABÍA VISTO TAN CERCA en la naturaleza!!!!!!

Mis ojos y mi corazón estaban felices de ver tantas aves a una distancia corta. No eran solo estos 2 cisnes, ¡habían muchos, pero muchos y todos estaban muy lindos!

Miren por Dios, ¡que hermoso! Ver a los cisnes de cuello negro alimentándose de las algas. ¿Hay animales más elegantes que los cisnes? Pensar que cuando era chico yo era espectador de este tipo de fotos en libros y algunos canales de televisión, ahora sería yo el que hiciera este material y vería en vivo todo esto.

En reglas de composición fotográfica (y también de ramos de flores jajaja), generalmente se prefieren 3 elementos antes que 4, 5 ó más. Acá tienen 3 cisnes alineados en las aguas de Caulín.

Christian de Turismo Pangue también andaba disfrutando harto del espectáculo de aves. Ambos estábamos fascinados con tanto pajarito. Chiloé tiene una rica diversidad de especies, no solo de aves, sino de montones de plantas y otros animales. Yo les recomiendo visitar la galería de Fernando Bórquez, profesor de Historia de allá a quien tuve la dicha de conocer en este viaje. Él ha hecho varias salidas y ha retratado mucho sobre la naturaleza de Chiloé con su toque personal.

Tengo entendido que esta ave es una Gaviota de Franklin (Leucophaeus pipixcan), aunque otras personas me han dicho que podría ser Gaviota Capucho Café (Chroicocephalus maculipennis). Lo que es seguro es que es una gaviota jajajajajaja. Esos puntitos que se ven en las fotos son insectos, con el zoom del lente se pueden ver y se «amplifican».

Un descubrimiento de este viaje es aprender que los flamencos no nacen rosados ni muy bonitos. Estos flamencos no son animales Shiny (referencia a los Pokemon variocolor), sino que son flamencos inmaduros. Probablemente nacieron durante este año y tienen ese color gris, café.

El color rosado de los flamencos viene por su alimentación, pues las cosas que comen tienen cantaxantina, que es un pigmento que los va coloreando (no es como la betarraga que la comes y te sale pipí morado de inmediato; es un efecto acumulativo). Otro animal que gana coloración así es el salmón, aunque ese color queda en su carne. A los salmones de jaula se le da pigmento (astaxantina) para tener el color característico de un salmón salvaje.

¿Han escuchado «cabeza de chorlito» alguna vez para referirse a alguien poco inteligente? Pues este pajarito chico es un chorlo (Charadrius modestus), no mide mucho (como 22 cm). En época de reproducción tienen un plumaje distinto y más bonito. El chorlito también acumula puntos «airepass» volando desde la zona austral de Chile hacia zonas más nortinas de Chile durante el invierno, llegando hasta Antofagasta.

Un flamenco chileno juvenil volando. ¡No dejaré de repetir lo lindo que es ver el vuelo de un ave! Para hacer esta foto, recurrí a una ráfaga de fotos e hice barridos a la vez.

¿Sabían que los cisnes son animales monógamos (de 1 sola pareja)? No sé si estos dos serán pareja, pero hay onda como dirían por ahí jajajaja, quizás andan pololeando todavía (?). En esta oportunidad no vi ningún polluelo, pues ellos nacen en octubre / noviembre.

El vuelo de los flamencos adultos tiene tanta gracia, verlos con las alas extendidas y sus colores rosados es un espectáculo maravilloso. ¡Me alegro tanto de haberme atrevido a viajar a Chiloé solo para ver esto! Abajo, se ven varios cisnes y otras aves (patos).

Una belleza escondida, una joyita de Chiloé. Yo creo que más de la mitad de las personas que quiere ir a Chiloé ignora acerca de estos humedales y la diversidad de fauna que se puede encontrar en ellos. Ojalá que con estas fotos y este relato, ustedes puedan tomar conciencia y ayudar a proteger estos sitios. De igual forma, el turismo debe ser sustentable y no generar desgracias por la ignorancia de las personas como ha pasado en otros lugares.

Esta es una de mis fotos favoritas del día, tres flamencos chilenos volando sobre el agua, en paralelo. ¡Un momento sublime!

Y los cisnes de cuello negro tampoco se quedan atrás, acá vemos un par de cisnes compartiendo algas. ¿No es tierno? Cuando Christian me propuso ir a Caulín, me dijo que era el mejor sitio para ver aves y no se equivocaba.

Estas fotos fueron traídas a ustedes metiendo las patas al barro. Lo ideal habría sido tener botas de agua, pero como no tengo, mis bototos de trabajo sirvieron aunque se filtraron un poco.

Cual Ala Arcoiris o Ala Plateada, el barro del humedal de Caulín me regaló esta linda pluma de flamenco. ¡Gracias Dios por este bonito obsequio!

ANCUD – La parada para el almuerzo

En Ancud aprovechamos de almorzar unas empanadas. Llegando a la ciudad, pude fotografiar la unidad 753 de Cruz del Sur. Un Irizar I6 con chasis Mercedes Benz europeo, este bus me llevó el día anterior desde Ancud a Castro jajaja. No les he escrito la Experiencia de Viaje (EV) respectiva, pero pueden leer otro viaje en un bus igual. Estas elegantes máquinas hacen el tramo Castro – Valdivia con intermedios (Ancud, Puerto Montt, Osorno).

En lo alto, una hermosa bandada de aves. No puedo ver muy bien qué ave es, pero deberían ser yecos (Phalacrocorax brasilianus) o cormoranes imperiales (Phalacrocorax atriceps). Deberían ser Yecos, porque la otra especie es más austral y ligada a partes marinas, no están cerca de zonas urbanas. En algunas partes del norte de Chile, los yecos han sido calificados como plaga.

En algunas lagunas cercanas a la planta lechera de Chilolac pudimos ver varias aves, entre las que rescato esta Garza Grande (Ardea alba), un ave que está en casi todo el continente americano y que se suele ver junto a las Garzas chicas (sí, muy original el nombre, estas tienen el pico negro). Estas aves miden unos 85 cm, ¡son grandes!

Desde Ancud, nos fuimos rumbo a Quemchi, lugar donde vive mi amigo Carlos Ulloa jajaja. Un enorme saludo para él y toda su familia, paso el dato, si planean alojarse en Quemchi pueden ir a la Residencial Alerón de Babor (Sr. Omar Ulloa / Calle Yungay 32 / Teléfono (65) 238 8421 / correo: carlosomar1969@hotmail.com).

En fin, el camino a Quemchi es muy bonito aunque movido, el terreno tiene varias pendientes e incluso el mismo pueblo de Quemchi está en una bajada increíble. Volver a este lugar y disfrutar de este camino fue algo muy bonito.

ISLA AUCAR / QUEMCHI – Una linda sorpresa

En Quemchi, doblamos hasta llegar a la Isla Aucar. Antes de ver la isla pude hacer una foto de este tiuque (Milvago chimango), estas aves se alimentan de carroña, semillas, lombrices y lo que vayan encontrando por ahí. Es muy común de ver en casi todo Chile, especialmente en los campos.

A la orilla del mar, varios corderos andaban pastando. Es una cosa rara pero propia de Chiloé, esa constante mezcla de bosques, campo y el mar.

Esto es Isla Aucar, también llamada la Isla de las Almas Navegantes. Uno de los principales atractivos de Quemchi, esta isla se conecta por tierra cuando baja la marea. Dentro hay una iglesia, un cementerio y un jardín botánico. Cuando la marea sube, la isla parece un barco que está por zarpar. Un puente de madera conecta la tierra firme con esta pequeña isla.

Desde el puente se ven varias aves, aquí seleccioné algunas fotos. Este cisne de cuello negro me encanta por el reflejo con el agua, ¿qué pensarán las aves si se ven reflejadas en el agua?

Este simpático pajarito estaba dándose un baño cuando lo pillé. Es un churrete (Cinclodes patagonicus), había conocido ese ave hace poco en Río Clarillo, me alegró verla de nuevo en su ducha improvisada. No sé porqué le habrán puesto ese nombre tan chistoso siendo un pájaro tan bonito, pero les puedo decir que aman el agua, viven pegados a las fuentes de agua.

La isla Aucar tiene adentro un jardín botánico, con varias flores y distintos árboles. También les seleccioné solo mis árboles favoritos en honor a la síntesis. En foto, un árbol que alguna vez planté en mi colegio (aunque nunca lo vi crecer): Quillay (Quillaja saponaria). Los quillayes son árboles nativos de Chile y tienen varios usos, por ejemplo, los mapuches usaban la saponina para lavarse el pelo.

Otro de mis árboles favoritos: el pehuén o araucaria (Araucaria araucana). Estos árboles son muy bonitos e increíblemente longevos. ¡Pueden tener hasta unos 50 metros y vivir más de 1.000 años! Verdaderos titanes de los bosques andinos chilenos, aunque crecen muy poco (como 1 mm al año). De ellos nacen los piñones, uno de los elementos de la gastronomía mapuche (son las frutas con alto poder calórico). Hay una bonita leyenda mapuche relacionada al uso de los piñones como alimento.

La iglesia de madera que está en Isla Aucar, es muy bonita y sencilla.

Hablando de árboles interesantes, tenemos el canelo (Drimys winteri), que es el primer árbol que aparece después de que una tierra se quema y es el árbol sagrado de los mapuches. Alguna vez Piñera lo confundió con el laurel, pequeños errores propios de él jajaja. Este hermoso árbol de hojas «fosforescentes» tiene varios usos curativos.

Terminando este rato en Isla Aucar, les muestro el puente de madera que conecta la isla con tierra firme. ¿Ven a un invitado especial? Muy cerca de nosotros, y de otro viajero, había un martín pescador (Megaceryle torquata). ¡Qué emoción! Nunca pensé que vería uno de esos en vivo, lástima que las aves sean más esquivas que los rockstars y no dejen autógrafos jajaja. Estas aves son más grandes que los otros martín pescador del otro lado del charco.

CASCADA DE TOCOIHUE – La fría belleza escondida de Chiloé

Si hay un lugar del que me había enamorado en fotos y quería conocer sí o sí, era la Cascada de Tocoihue. La única gran cascada de Chiloé. Tocoihue es un pequeño pueblito, las cascadas están como a 1 km del camino ripiado Dalcahue – Tenaún y unos 7 km de Tenaún. Es un terreno privado, así que se paga una módica entrada de $1.000 (menos de 2 USD).

Es un lugar muy bonito, aunque de difícil acceso para personas con movilidad reducida, pues se deben bajar unas escaleras y puede ser un poco resbaloso (pusieron mallas en las escaleras para evitar eso). Aquí, Christian me tomó una foto mientras capturaba la cascada.

Estas fotos me costó harto tomarlas porque toda la zona de la cascada estaba en el lado de la sombra, debo decir que no me tenía mucha fe pero quedaron buenas. Entre que la cámara es pesada, la humedad del ambiente (hacía frío) y el pulso de mis manos, fue un milagro que varias quedaran bien, sobretodo esta foto de larga exposición (1/4 segundo). Cuando la vi con zoom en el computador y vi que quedó buena, sentí como que me hubiera ganado una medalla de gimnasio jajajaja.

Esta foto es preciosa, se transmiten muy bien los colores que nos envolvían con ese paisaje. La cascada es enorme, si usan sus ojos verán que hay una persona de azul al medio… lo que nos sirve para mostrar las proporciones de tamaño. Chiloé es mágico, realmente me encantaría que todos pudieran conocer, cuidar y apreciar esto, incluyendo las lindas aves que ya han visto.

Cuando el agua cae desde tan arriba, va saltando en forma de gotas y como vapor. La cámara se me empañó y aprovechando esa circunstancia hice esta foto con el bosque que estaba arriba de nosotros, simulando un amanecer o el bosque envuelto en neblina.

Esta foto costó mucho, muchísimo más que las otras. Creo que la tomé unas 12 ó 15 veces y afortunadamente en 1 le pude acertar. También es una foto de larga exposición (1/10 segundo), lo que me encanta es la estela de agua en vapor que sale de los contornos de las rocas. Cuando uno hace este tipo de fotos, el agua pasa a formar hilos de seda.

Esta foto me encantó, aunque no tengo idea de qué árbol sea. Este manto verde de hojas delgadas estaba encorvado y tocaba las heladas aguas del río Tocoihue. En el lugar, también encontramos personas que iban a hacer picnic y pescaron unas truchas.

Les digo que hacía frío y esta foto es la mejor forma de graficarlo. La niebla de la mañana no se evaporó en la tarde, toda esa zona no recibió luz ni calor del sol en todo el día, así que si van a bajar a la cascada abríguense, es una zona bastante fría jajajaja, en otras partes todavía había algo de escarcha.

Desde Tocoihue, tomamos el camino Tenaún – Dalcahue para la próxima parada. El camino es malo y tiene hartas pendientes, no vimos muchos vehículos más allá de una casa rodante argentina, algunas micros Mitsubishi Fuso Rosa y camionetas en general.

El cielo estaba hermoso y aproveché de hacer una foto mientras Christian conducía la camioneta.

Esta vista corresponde al tramo Dalcahue – Putemún, se ve parte del canal interior que hay en Chiloé, la Península de Rilán (nuestro lado) y la Isla Quinchao (el otro lado del agua). La isla se conecta con Chiloé mediante transbordadores en Dalcahue, los principales pueblos de la isla son Curaco de Vélez y Achao. ¡Que rico poder pasear y tener caminos con vistas así de bonitas!

HUMEDAL DE PUTEMÚN – Aves cerca de Dalcahue

La última parada de este viaje fue el Humedal de Putemún, un sitio donde vimos varios patos, rayadores, gaviotas y otras aves, aunque nunca tan espectacular como Caulín. Rescatar que el sitio tiene un mirador de madera para ver los pajaritos, pero comentar que el sitio está a mal traer con basura y una cerca que impide pasar de forma normal. A la distancia, rescato esta foto de dos cisnes de cuello negro junto con otros pajaritos.

Y bien lejos, otra bandada de flamencos en las aguas chilotas. Putemún está cerca de la Ruta 5 por el lado de Llao Llao, todas estas aguas que se ven son del Fiordo de Castro. En este lugar conviene más acercarse a través de kayak.

CASTRO – Fin del viaje

Llegamos a Castro, Christian me dejó en el hostal y de ahí caminé unas pocas cuadras hasta una plaza que funciona como mirador de palafitos. Aquí me ven en un autorretrato con estas pintorescas casas de fondo.

Convertí en HDR una de las tantas fotos que hice de los Palafitos Gamboa en Castro. Como bien sabrán, los palafitos son viviendas básicas construidas por pescadores y que están sobre el mar. Son un símbolo de Chiloé, pese a que varias no están regularizadas y que ahora las usen para fines turísticos (hostales, restaurantes, boutiques, etc). Gamboa es el nombre de este barrio de palafitos.

Finalicé este maravilloso día en el Café Emporio Ancestral, porque tenían una promoción de torta y té jajaja. Al ser temporada baja, las calles estaban vacías y estos puestos de comida también. La comida estaba muy rica, después copuché en los terminales de buses para ver buses y terminé en un almacén jajajaja.

COMENTARIOS FINALES

Lo más bonito de este viaje, más allá de los paisajes y todas esas lindas aves, es que hubo mucha gente involucrada que me ayudó para cumplir este sueño. Varias veces tengo mis momentos melancólicos, porque siento que no tengo muchos amigos (bueh, parte de eso es responsabilidad mía, me gusta estar solo, si me hablan y a veces me demoro en contestar es que ando metido en mi mundo jajajaja).

Mis agradecimientos especiales a Carlos Valdés, gran amigo que me prestó su lente teleobjetivo para hacer estas fotos (¡un crack! Vean sus fotos) y también a Christian Araos, por la disposición a hacer este tour privado a la medida a un precio razonable e incluso agregarle lugares. Si quieren buenos tours, vayan a la segura con Turismo Pangue.

Obviamente, también a todo el montón de gente que está detrás mío y me ha ayudado en todo, desde la gente de mi pega (Recorrido.cl) que me deja libre para hacer estos viajecitos hasta los profesores que comprendieron mi situación cuando quedé atrapado en las protestas de Chiloé, la gente que me apoyó con el viaje y con trámites de la universidad, mis amigos, en fin. Mi mejor regalo de cumpleaños no fue el viaje, sino saber que tengo buenos amigos :), junto con cumplir sueños de niñez.

“Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso. En lugar de la zarza crecerá ciprés, y en lugar de la ortiga crecerá arrayán; y será a Jehová por nombre, por señal eterna que nunca será raída.” Isaías 55:12-13

VIAJE A CHILOÉ / CAPÍTULOS

• Día 01: Tour de Observación de Aves (Caulín y Tocoihue)
• Día 02: Desde Castro a Queilen con Fernando Bórquez
• Día 03: Muelle de las Almas y Parque Nacional Chiloé
• Día 04 y 05: De paseo en Quemchi y Castro
• Día 06: Navegación Quemchi – Isla Caucahue
• Día 07: Escape de la crisis chilota en avioneta
• La crisis en Chiloé: algo más que la marea roja