¿A qué vinimos a este mundo? ¿Qué es lo que realmente nos hará felices? La vida es el juego más lindo que vas a tener la oportunidad de vivir. Hay gente a la que le toca muy duro, hay gente que no tanto, no todos parten desde la misma línea de meta, pero sí podemos luchar para dejarle un mejor lugar a los que vienen.
Ni el trabajo, ni los viajes, ni el amor de una pareja, ni tener un sueldo gigante, ni tener éxito, ni tener el aplauso y la fama. En realidad, casi nada asegura que seamos verdaderamente felices. Los placeres de hoy dejarán de ser el día de mañana, quizás la vida solo está llena de momentos y tendremos que saber disfrutar de lo bueno, aprender de lo malo. Hacernos más fuertes en la derrota y no nublarnos en el triunfo.
Puedes tenerlo “todo” y sentirte infeliz. La sociedad te dice que compres y compres cosas que “necesitas”, pero, ¿te has preguntado qué es lo que realmente necesitas? Uno ve a las personas famosas y ricas, que sufren y están hundidas en drogas, en soledad, en incomprensiones. ¿Para qué tener tantos aplausos si ése es el precio?
Para mí, puede que usted discrepe, Jesús es lo que le da más sentido a la existencia que tenemos. Aprender a amarnos, a amar a los demás y a dejarnos llevar por Dios es un camino difícil pero gratificante
Deberíamos vivir el día a día como si fuera nuestra última vez. Decir las cosas que sentimos y que podrían ayudar a otros de forma oportuna, arriesgarnos y tomar decisiones, no estar ahí amarrados por el miedo de lo que va a pasar, de lo que puede salir mal, de lo que van a decir de ti. Prefiero jugar a las sabanitas cortas y que me ganen con un contragolpe, a estar ratoneando en la vida.
La vida estará llena de obstáculos, molinos de viento y cosas que de las que difícilmente tendrás el control. Pero, ¿no sería fome que saber que el barco va a llegar a destino y estará en una taza de leche? ¿no sería muy aburrido saber lo que pasará en el próximo capítulo? Cuando avances, te tratarán de hacer retroceder. Los momentos malos son necesarios, es cuando más aprendemos y nos fortalecemos para hacer frente a lo que nos tiren. Así que no reclames por ellos.
Tampoco seas ambicioso, no vaya a ser que por querer “comerte el mundo” termines perdiéndote en el camino. Paso a paso, piano piano, siempre conservando la humildad y tratando de tener más sabiduría. La sabiduría es como la miel, dulce y te ayuda a entender casi todo lo que te rodea, aunque en momentos difíciles puede ser un poco amarga al no tener la misma ingenuidad para evaluar las cosas. Si la vida tiene sentido, lo tiene por el amor.
El amor es más que un sentimiento romántico con corazones, es una acción del día a día. Una preocupación genuina por ti mismo, por las personas que te rodean (sea que las conozcas o no), una bondad sincera que desea que ojalá todos puedan estar bien y se antepone al egoísmo. En resumen, es querer lo mejor para los demás.
Creo que los momentos más felices que he tenido han sido cuando he amado más, cuando he tenido paz porque siento que he hecho lo correcto y me siento cerca de Dios después de reflexionar, leer y querer aprender sobre la Biblia. Es mi experiencia personal, yo solo lo comparto aquí porque me parece necesario.
Es necesario en la medida que caminamos en un mundo lleno de falsedades, odiosidades y con seres humanos que se usan como instrumentos, pero que ya no se conciben como personas. Amar es nuestra esperanza de no caer en lo mismo, de tener un mejor mundo para las personas que vengan mañana, de ser realmente humanos y no peones.
“Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca dejará de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará” 1 Corintios 13:3-8
El ser humano no se trata con amor, y eso que tenemos el gran regalo de la inteligencia. Quizás si dejáramos de vernos tanto el ombligo y nos preocupáramos de los demás, podríamos vivir mejor, más felices, más sanos, en paz. Por cierto, si alguna vez usted está en una relación violenta o que le hace mal. Váyase de ahí, en la pareja el amor es de a dos, no saca nada con amar al otro y que el otro le destruya. Quiérase y váyase, pero no caiga en el juego del otro.
Compartan con sus seres queridos, sean buenos padres y madres, buenos hijos e hijas. Traten de llenarse de buenos momentos juntos, y si tienen problemas, conversen de forma amorosa tratando de encontrar una solución que satisfaga a todos. Lo mismo con los amigos, sean fieles y leales aunque haya gente traicionera. Sean generosos y ayuden en lo que puedan. A mí me cuesta, tengo momentos en que no quiero compartir con nadie jajaja, pero hay que hacer el esfuerzo.
Además del amor, una de las pocas cosas que quedan “para siempre” son los recuerdos, las memorias de los buenos momentos. ¿Por qué no los buscamos más seguido y los compartimos con los demás? Que cuando se cierre el telón, nos recuerden con una sonrisa. Gracias.
(…)
Con este escrito, abro una nueva sección necesaria para mí mismo: el Fotolog 2.0. Me gustaba mucho la época de tener un fotolog y una comunidad donde podía conversar de temas profundos, resolver inquietudes de la vida, mostrar fotos y escritos que no necesariamente responden a un tema como el transporte y que son más personales.
Es el último artículo del año, así que espero que les haya servido de reflexión, que puedan pasar un hermoso Año Nuevo con sus familias, seres queridos, amigos y con quienes quieran. No desaprovechen la vida que es una sola.
Ariel Cruz Pizarro