Relatos Subterráneos – Capítulo 02

Advertencia: Los nombres están cambiados para preservar la identidad y privacidad de las personas que han participado de estos acontecimientos “ficticios”. Un cariñoso saludo para ellos de mi parte, junto con saludar a todos los trabajadores y trabajadoras del Metro, sean internos o externos como lo fui yo. Cualquier coincidencia con la realidad es más que una coincidencia 😀

Capítulo 02 – El debutante

Metro de Santiago - Alstom AS2002 R4442 - Vicente Valdés (L4)

Debutar en Vicente Valdés era un sueño para mí. Llevo 7 años de mi vida combinando en esa estación, la conozco de memoria, conozco sus alrededores y todos los recorridos que pasan por el lugar (¡gracias trabajito previo de Consulta Recorridos!). No obstante, también había una cuota de nerviosismo, los primeros días en un trabajo suelen ser bastante torpes.

Me relajé cuando vi que Marta estaba ahí para guiarme. Como aún había parte de la vestimenta que me faltaba, literalmente me prestó ropa. Me enseñó los códigos principales para la comunicación por radio y un par de consejos para sobrellevar la atención de público en la estación. Debo admitir que el día se me pasó volando, sin mentir debió ser uno de los días más emocionantes, intensos y bonitos de ese año.

Los recuerdos (buenos y malos) se imprimen en nuestra memoria cuando se asocian a una emoción. Esto es lo que tengo más presente, probablemente cuando le cuente mis aventuras a futuros retoños este capítulo será uno de los relatos de cabecera.

Mi turno comenzó en lo que nosotros llamamos “mesanina” que es el nivel de boletería. Marta me enseñaba ciertos procedimientos como llevar el libro del estacionamiento de la estación, entre otros. Lo primero que aprendes trabajando en el Metro es que nadie dice “andén dirección Tobalaba ni Plaza Puente Alto, es vía 1 y vía 2“. Uno aprende mandándose cagazos dicen. Una señora vomitó en uno de los andenes y me dieron el recado para avisarle a las auxiliares, todavía recuerdo la cara de frustración de la jefa de estación cuando notamos que me equivoqué de vía. Sí, en ese caso es vía 2 y vía 1, el error fue mío.

Las primeras veces era chistoso porque me aprendí las vías con las manos (izquierda y derecha), entonces cuando quería comunicar algo me paraba en una posición y veía la mano que calzaba. Los comienzos nunca son fáciles, no me da vergüenza exponer mis debilidades de ese entonces. Mi fortaleza iba más en los conocimientos de las estaciones, los recorridos, mapas, la ciudad y las relaciones interpersonales. Pese a mi carácter tímido y reservado (sí, ambas), vestir el uniforme me transformaba por así decirlo, me volvía un niño que tomaba la iniciativa, hablaba en un tono de voz audible y me sentía muy cómodo tratando con personas. Extraño un poco de esa vida social, ah.

La única interacción rara fue con una joven de mi edad. Debía tener unos 20 años, estaba ofuscada porque quería saber donde estaba el centro comercial. Le expliqué que le dieron mal la información, porque en Vicente Valdés no hay ningún mall. Tenía que bajarse en Vicuña Mackenna o Bellavista de La Florida para acceder al Mall Plaza Vespucio, le ofrecí ingresar al Metro de nuevo para que no pagara otro pasaje pero se enfureció. Estuve harto rato sin perder los estribos.

Niña, créeme… si fuese por mí te teletransporto el mall para que lo tengas al salir de la escala pero no tengo poderes ni puedo hacer eso. El mall está en Bellavista o en Vicuña Mackenna, ¿vas a pasar?” dije.

No creo haber dicho nada malo, debió andar con la maña porque siguió discutiendo que el mall estaba en Vicente Valdés. Me preguntó por dónde podía salir y cómo llegaba caminando al mall. Le señalé la salida, le dije que eran unas 4 – 5 cuadras hacia el norte (indicándole con el dedo la dirección) y le volví a ofrecer ingresar de nuevo para que no caminara en vano. Orgullosa y terca como ella sola, salió. Marta me fue a felicitar por el temple y a calmar porque “siempre hay pasajeros así“, pero para mí era indiferente la situación. Yo no me iba a cagar de calor caminando con 30º a las 4 de la tarde.

Viendo mi desempeño me bajaron a la vía 1, el andén de dirección Tobalaba. Después entendí que este andén es para los primerizos o cuando sobra gente en la estación porque tiene menos flujo de público, casi nunca lo pescan mucho. Honestamente, me parece que es necesario tener un puesto fijo, hay mucha gente con dudas al momento de combinar. Muchas personas me consultaban cómo llegar a: Plaza de Armas, Paseo Ahumada, Costanera Center, Providencia, Terminal de Buses. Con los que más me divertía era con los que iban al terminal, como en Santiago tenemos cinco terminales (Los Héroes, San Borja, Santiago, Alameda, Pajaritos) les preguntaba la empresa y destino donde viajaban, entonces así los orientaba mejor, les decía el terminal / estación que les correspondía y les deseaba un buen viaje. ¡Se iban tan contentos! Me sentía muy útil 😀

Quizá sí sirva para esto después de todo“, me decía.

(…)

Cada capítulo se publicará los días Miércoles, a ver si logro hacer los 52 capítulos que tengo pensados 🙂 Se vienen spin-off con participaciones de otros compañeros de labores 😀 , se van a reír con las cosas que pasan abajo en el Metro.

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Escritor y Blogger de Transportes
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