Esta entrevista es bien interesante como siempre, Sebastián es lector del blog y también un joven conductor de Transantiago. Él ha tenido el privilegio de probar alguno de los nuevos buses que se están probando y también pudimos tener una conversación muy amena. ¡Espero que la disfruten mucho!
La conversación fue realizada el día 18 enero 2018, en el recorrido C02 y el cabezal de San Carlos de Apoquindo. Hice hartas fotos en el cabezal, tanto así que esas las compartiré en otro artículo especial.
- Presentación
Mi nombre es Sebastián Astete Cisterna, tengo 23 años, soltero pero con compromiso, con un hijo de 3 años que le fascina el transporte y otro niño que viene en camino.
- ¿Qué te motivó a ser conductor de buses y cómo ha sido tu experiencia?
Soy conductor profesional de la empresa Redbus Urbano desde hace casi 2 años, los cumplo en abril. Antes trabajé en unos camiones y camionetas. Trabajo en el cabezal de San Carlos de Apoquindo, en los recorridos C02 y C02c, aunque también a veces voy a parchar en otros recorridos.
Desde niño me llamaban la atención los buses, en general me gustaba salir con mis papás a andar en micros amarillas. Me cuerdo que cuando era niño, casi todos los fines de semana acompañaba a mi papá a su trabajo en Las Condes, vivíamos en Independencia. Esos días tomábamos la 327 Los Dominicos – Independencia, esa fue mi línea favorita. Arriba de los buses era muy feliz, me gustaba sentarme cerca del conductor y ver cómo cortaba los boletos, cómo era conducir, los adornos que tenían las micros, oír el sonido del motor y ver si era mecánico o automático, todas esas cosas.
Todos mis juegos eran de micros amarillas. Durante 13 años fui hijo único y en esos años me entretenía mucho hacer dibujos de micros, recortarlos y armar maquetas. A mi mamá le divertía aunque también lo encontraba raro. En internet aprendí que no era el único, que había otro montón de personas a los que nos gustaba lo mismo. Aprendí de los modelos, aprendí de los diseños que se hacen, esos después los recortaba y armaba, al viajar comparaba mis maquetas o diseños con el bus real. Los tenía en una caja de zapatos y cuando íbamos de vacaciones al sur, me los llevaba, eran mis juguetes.
En el colegio igual, con mis compañeros jugábamos a que yo era una micro. Uno se agarraba de mi cotona, otro se agarraba más atrás y así los llevaba a todos, paraba y cortaba boletos también. Siempre hinché harto con eso la verdad, a día de hoy he visto o conversado con algunos de mis ex compañeros y me comentan que se sienten felices de que haga lo que me gusta.
Respecto a la experiencia, ha sido excelente. Era mi sueño. Yo estoy muy agradecido de ser conductor. Me hubiese gustado manejar las micros amarillas, pero no me quejo, aquí me gusta.
- ¿Cómo te sientes al ser un conductor tan joven?
Me siento bien y raro a la vez. La gente está acostumbrada a ver gente más mayor en este rubro. En mi caso, yo lo tomo como un desafío y me motiva día a día. Creo que hasta el momento lo estoy haciendo bien, estoy muy conforme con lo que he podido lograr.
A mi familia inicialmente no le gustó la idea de que fuera conductor. Mis papás me decían que estudiara, que no manejara micros, pero aunque hubiese podido estudiar, la verdad es que esto era mi sueño, era mi desafío. Ellos lo veían como algo difícil, no creo que pensaron que realmente lo iba a hacer, aclaro que mi familia nunca ha sido micrera, no sé de dónde salió el bichito por las micros.
Por otro lado, mi pareja me apoya. Ella se siente conforme o contenta mientras haga algo que me guste. Incluso, ella me escucha cuando le hablo de buses o de algunos modelos y me apaña. Cuando estuvo el bus de 2 pisos, el Alexander Dennis, fuimos juntos a conocerlo y después aprovechamos de probar los trenes Alstom del Metrotren Nos, también me gustan otros transportes. Yo le agradezco porque ha estado conmigo y me apoya en todo esto que me gusta, también en lo que es mi trabajo. Espero que siga así conmigo, a nuestro hijo le gusta lo mismo jajaja.
- ¿En qué recorridos has trabajado y cómo caracterizas al público de cada uno?
Cuando entré a Redbus, me asignaron al cabezal de Población La Ermita, ahí funciona el recorrido C05. Estuve 8 meses. El público de ahí hay que saber llevarlo bien, tiene sus mañas, con el tiempo uno aprende a cómo tratar a las personas y anticipar sus reacciones.
Después me destinaron al cabezal de Cerro 18, con el recorrido C01. Yo creo que es el mejor recorrido que tiene la empresa. El servicio tiene un público muy diferente entre sí, tienes gente muy pobre pero también gente con mucho dinero, y también tienes gente con diferentes caracteres. Ahí aprendí a tratar justamente con esos públicos tan diferentes, hasta el día de hoy a veces voy a parchar y me agrada. Hay pasajeros que me ubican por las cortinas del bus y me saludan, siempre buena onda. Nunca me ha pasado nada gracias a Dios.
Posteriormente pasé al cabezal de ahora, San Carlos de Apoquindo con el recorrido C02. Es un servicio muy diferente a los otros dos. La gente en general es amable, te saludan, te dan las gracias, hay poco conflicto, debe ser uno de los recorridos más tranquilos. Aparte, como cabezal también el ambiente de trabajo es grato, hay compañerismo, aunque ojo, en los otros cabezales también me es grato trabajar y me llevo bien con los colegas.
Lo que me pone contento es que me siento conforme con lo que he ido logrando y que aprendí a tratar con públicos muy diferentes.
- ¿Recuerdas tu primer día de trabajo? ¿Cómo fue?
El primer día lo viví con nerviosismo. Independientemente de que en las prácticas lo había hecho bien, trabajar con público es diferente, el peso del bus es diferente. No recuerdo el día exactamente pero me tocó justo un día que había partido de Chile. La hora punta se adelantó a las 04:00 de la tarde. Salimos en una liebre por el C05. Éramos el instructor, dos compañeros nuevos y yo.
Al primero le tocó bajar con el bus desde La Ermita a Francisco Bilbao, al otro le tocó subir a La Ermita y yo fui el último, me tocó bajar y subir con el bus. Me tocó irme lleno en subida a las 07:00 de la tarde. Lo malo es que con el calor esos buses pierden fuerza en la subida y nos pasaron un bus que tenía problemas, no pasaba los 30 km/h. Yo ya había superado el nerviosismo pero igual me tocó vivir momentos de presión.
Le había agarrado el ritmo al bus cuando me empiezan a silbar y pifear, de que quieren llegar a ver el partido y me apure. Traté de mantenerme tranquilo, el ambiente se puso tenso y yo me decía “en lo que me metí, todos los días será algo como esto”. Ahí el instructor les gritó: “¡¡es nuevo!!”.
Ahí el ambiente se distendió pero igual me tiraban bromas, que me apurara para ver el partido pero ya era otro tono. Ya en la Plaza San Enrique se bajó la mayoría de las personas, algunas bajan ahí y después toman el C01. Superando eso, igual en algún momento pensé que me podían agredir o algo, afortunadamente no pasó. Eso sí, el bus anduvo un buen rato con problemas de temperatura.
Descansé cuando llegué al cabezal y terminé esa vuelta. Igual hay colegas que no aguantan mucho esa presión, ya ves que hay videos en Youtube de conductores que son rebasados y dejan el bus tirado en plena calle. Creo que la vocación de conductor a uno lo lleva a saber sobrellevar estas cosas.
- ¿Qué anécdotas nos puedes contar?
Tengo tres que recuerdo. La primera vez que me tocó sufrir vandalismo en el bus fue a la 2° semana de trabajo, en el C05. En La Ermita se subieron 2 personas en situación de calle, riéndose entre ellos. Después de unos minutos, se enfrascaron en una discusión a gritos y se pusieron a pelear adentro de la micro. Yo miraba por el espejo a ver si se calmarían pero no, la gente se empezó a asustar.
En Las Condes con San Francisco de Asis paré el bus, abrí las puertas para que la gente saliera y no tuviésemos personas heridas. Una de estas personas que peleaban se bajó del bus, tomó una piedra y se la tiró al otro que estaba adentro del bus. Le dio a una ventana y la quebró. Después siguieron peleando, agarró un palo y le pegaba a las ventanas donde estaba el otro, quebró otra ventana más. Eso fue como a las 08:00 de la tarde. Después se fueron y quedé ahí con el bus vacío.
Llamé al COF para preguntarle qué tenía que hacer. Yo tenía miedo de que no me creyeran o que me descontaran las ventanas pero no, tuve que firmar una declaración del seguro y pasaron los daños como vandalismo.
Otra anécdota me pasó ese día que nevó en todo Santiago. Nadie nos dio una instrucción y a mí se me pasó el detalle de que en San Carlos de Apoquindo nieva mucho, a veces en Santiago llueve pero acá nieva. Por eso, tomé un bus y fui al cabezal a hacer el turno como siempre. En la Costanera Norte quedaron 10 buses atrapados, el trayecto demora como 15 minutos normalmente y ese día me demoré como 30 minutos. Cerraron la autopista y los buses estaban patinando en el hielo.
Estaba en la máquina 616, uno de los Neobus Mega BRT biportales, la Annabelle que le llamamos aquí. Le tenemos ese apodo por diabólica, ha tenido 2 choques fuertes. Me encontraba subiendo a San Carlos de Apoquindo, en Camino del Algarrobo. Quedé atrapado en la micro a las 05:40 de la mañana. Amaneció, empezó a salir la gente y los vecinos trataron de ayudarme a salir del hielo pero no pudimos mover el bus.
Como a las 10:00 de la mañana llegó a auxiliarme una camioneta Ford F150, la camioneta logró avanzar algo pero el bus no. A mediodía empezó a salir el sol, ahí se empezó a derretir la nieve y logré salir. Seguí subiendo para llegar al Estadio San Carlos de Apoquindo, pensé que mis compañeros estarían trabajando allá. No alcancé a llegar, quedé varado otra vez en la puerta de entrada del estadio.
Ahí la gente empezó a tomar fotos. Pero era raro, porque no es como si nunca hubiesen visto un bus. El tema es que el bus estaba cruzado y no lo podía mover otra vez. A las horas llega un jefe y me pregunta que qué estaba haciendo ahí. Con él me enteré que nadie logró llegar a San Carlos de Apoquindo, varios quedaron tirados mucho más abajo en Camino El Alba y que el servicio solo se estaba haciendo entre Escuela Militar y Los Dominicos.
El bus después salió en la tele, aparecí en Mega, en TVN y Fox Sports, atrapado en la nieve. Eso sí, tuve la precaución de no mandarme ningún condoro. Al avanzar en esos caminos, la cola se me iba a los lados y el bus se me iba a los postes, costó mucho manejarlo y afortunadamente no le pegué ni un topón.
La tercera. El 17 de agosto veníamos de terminar un turno en el C01 con un colega que también le apasionan los buses. Su papá había trabajado en la 326 y actualmente trabaja en Redbus, en el terminal de Aguirre Luco.
Caminábamos juntos cerca de mi casa cuando vimos una micro estacionada, un Metalpar Petrohué Ecológico, M. Benz OF1318, placa LK7655. El bus estaba con la puerta abierta, nos miramos diciendo “oh, mira la joya, está muy buena. ¿De quién será?”. Empezamos a mirarla y descaradamente nos subimos.
Justo ahí llega el conductor del bus, don Hans. Nos saludó de buena manera al vernos con los uniformes de trabajo. Empezamos a conversar y nos contó de su paso por las micros amarillas en la Patria Nueva y Recoleta Lira. Entre conversa y conversa, le tiramos como talla de que queríamos manejar el bus. Le costó un poco hasta que finalmente accedió.
Mi compañero fue el primero en conducir el bus porque tenía experiencia con su papá, le costó un poco, no le entraban las marchas. En algunas cuadras que avanzó, se le paró el bus. Yo jamás había conducido una micro de estas, como veía que él tenía dificultades yo pensé que capaz que yo lo haría peor.
Al final me decidí a manejarlo. Estaba muy nervioso y no sabía cómo se me daría esto. Pasé la primera marcha sin dificultad, comencé a avanzar con más confianza y suplicando que no me sonara ningún cambio. Cuento corto, anduve de maravillas y don Hans me preguntó dónde había trabajado.
Le dije que recién llevaba 1 año en el sistema solo con buses automáticos y que en Tur Bus había manejado unas unidades mecánicas, pero eran más suaves y nuevas. Me queda mirando y me pregunta: “¿en serio?”. Queda mirando a mi compañero, y le dice “le pega este cabro, tiene muñeca”. Yo atiné a reírme y le pedí que me hiciera un video para que quedara registro, ya que no todos los días se daban estas cosas.
Todo bien hasta que mi compañero me dice (y se escucha en el video), “me la pasas en la recta, para no quedar picado”. Se la pasé, ahí tomó ritmo y ya no tenía dramas con las marchas. Terminamos de dar la vuelta y nos despedimos de don Hans, le dimos las gracias y que cuando quisiéramos de nuevo, le avisáramos.
Fue un día increíble, volví a mi niñez, con tan solo escuchar ese sonido bullicioso del motor 1318, recordé tantos viajes que hice con mis papás en las micros amarillas.
- ¿En qué buses te ha tocado trabajar y cómo ves cada uno?
Actualmente estoy asignado a uno de los Neobus Mega Plus con chasis Volvo que tenemos, unidad Euro 5. En general, es un bus más largo que los normales (13,2 metros), la distancia entre ejes es más grande y tiene menos ángulo de giro en comparación con los otros buses Neobus de 12 metros.
Los interiores del conductor son como los mismos del Neobus Mega BRT, son cómodos. Los asientos de los Neobus Mega más antiguos son los mismos del Marcopolo, son más incómodos. Para mí que soy alto, me acomoda más este bus. Para el pasajero, este bus igual tiene asientos cómodos.
Me tocó andar en uno mismo de estos, pero versión Scania Euro 6. Personalmente lo encuentro más duro de suspensión, más tosco. Lo positivo es que el motor responde muy bien en subida. Para mí hay harta diferencia entre el Volvo y el Scania al manejarlos, en el Scania se siente cuando el bus va acelerando, el Volvo es más suave. Esa vez me tocó llevar el bus Scania desde un terminal a otro y después me subí al Volvo.
Otro punto positivo es la economía, es un bus bien rendidor, debe andar cerca de los 2.5 km/L.
He podido trabajar en los distintos buses Neobus que tenemos con chasis Volvo, sea con el B7R que es Euro 3 como con el B290R que es Euro 5. Creo que es de los mejores chasis que tenemos en Redbus, la suspensión neumática es cómoda, si te acostumbras a los pedales que tiene el bus se conduce cómodamente también. El freno es suave. La única diferencia es que los Neobus Mega BRT son más calurosos que los otros.
También he sacado a veces algunos Caio Mondego H con chasis Mercedes Benz O500U, esto en la Zona B. Yo encuentro que son buses aperrados, tienen buen chasis aunque me ha tocado quedar tirado por suspensión. Hay buses que tienen una salida lenta también. Su conducción en general es cómoda y bueno, los recorridos de Zona B no tienen calles muy buenas pero esos buses aperran bien.
He trabajado también en los Neobus Mega con chasis M. Benz OH1115. La carrocería es buena y hay buses que tienen buena salida en plano, pero tienen varios problemas. En subida no tienen mucha fuerza y los frenos no son muy seguros. Como tienen freno de tambor y balatas, si frenas bruscamente generalmente el bus se te carga para un lado, sea el izquierdo o el derecho, eso le pasa a todos esos buses.
Finalmente, las liebres Neobus Thunder con chasis M. Benz LO915. Lo bueno que tienen es que son chicas, compactas, entonces es más fácil maniobrar con ellas. Tienen una salida buena aunque en el verano sufren mucho con problemas de temperatura. Cuando llueve, patinan harto al frenar, asumo que es porque tienen frenos de disco, se bloquean las ruedas y patinan.
- ¿Hay mucha diferencia entre el bus Volvo Euro 6 y los otros buses Volvo que te ha tocado manejar?
Para conducirlo, es idéntico a los otros buses, con las consideraciones del tamaño que te mencioné en el bus que tengo asignado, los dos miden 13,2 metros. Eso sí, el radio de giro de estos buses Volvo B8R es mayor que el de los otros buses como el Neobus Mega BRT o el Neobus Mega Plus que tenemos en Volvo B290R.
Lo que cambia es que en la parte del conductor hay menos ruido del motor, es algo más silencioso que los demás Volvo. Eso sí, como son buses a prueba están restringidos y no tienen la misma potencia que los otros, en torque tiene más fuerza que los otros buses. En rendimiento debe estar cerca de los 2,3 km/L.
El bus también es más bonito, es Marcopolo. Da la impresión de que estás manejando un bus interurbano por la forma de la cabina. La calidad de las terminaciones es diferente.
- ¿Cómo te sientes con el reconocimiento de la empresa y con el trabajo que realizas?
Me siento orgulloso y feliz. La oportunidad que me está dando Redbus es tremenda, estar en este cabezal es un honor con la calidad de buses que tenemos. He tenido la suerte de poder manejar todos los buses nuevos que han llegado. Es un privilegio para uno que ama esto, cada día trato de demostrar mi calidad profesional.
En mi opinión personal, ser profesional es hacer las cosas con amor, preocupándose de los detalles. Yo trato de limpiar todos los días el bus en que ando, todas las mañanas llego temprano a asearlo para dar una buena imagen y también porque me gusta verlo limpio, bonito. Limpio con silicona la cabina, los neumáticos los tengo negritos, le pongo las cortinas.
Trato de que el usuario se sienta bien y cómodo en el bus. Varias veces me ha pasado que pasajeros me felicitan por tener el bus limpio y por la forma de conducir. La gente queda plop al ver una conducción suave y que yo soy joven, generalmente los jóvenes conducen más confiados o más rápido. Gracias a Dios no he tenido nunca ningún accidente, ni con el bus, ni con pasajeros como apretarlos con las puertas o cosas así.
Quiero ir mejorando cada día. Además, me puedo dar ciertos placeres. Puedo conversar con varios conductores que eran de las micros amarillas, ellos me cuentan sus historias y anécdotas, es muy entretenido, me gusta escucharlos. Aparte, también tengo compañeros que están haciendo lo mismo de limpiar los buses, de salir con unidades bonitas y bien presentadas.
- ¿Recuerdas qué buses has trabajado más?
Sí, si recuerdo. Un tiempo empezamos a sacar la unidad 256, placa BFKB11, con otro colega cuando trabajaba en La Ermita. Era un Neobus Mega con chasis Mercedes Benz OH1115 LSB. En ese tiempo yo trabajaba en turno tarde, mi compañero de la mañana me la dejaba para trabajar, la sacábamos entre los dos.
Después del 256, empecé con el bus 329, placa CRXZ71. Había días en que lo trabajaba y otros días que no, se llevaban ese bus al cabezal de Huinganal.
En el cabezal Cerro 18, posteriormente empecé a sacar la unidad 286, placa CJJV92. Es un Neobus Mega con chasis Volvo B7R LE. El bus llegó desde Zona B, era muy rápido aunque estaba algo suelto en la carrocería. Duró 3 meses en El Salto (la casa matriz de Redbus) y después lo devolvieron al Terminal Colo Colo.
Cuando me cambiaron a San Carlos de Apoquindo, me encariñé con la diabólica, la Annabelle. Es uno de los Neobus Mega BRT 13.2 2016 con chasis Volvo B290R LE, nuevo, placa FLXS12. Ya te comenté que ese apodo se lo dieron porque era bus nuevo y tenía ya 2 choques frontales feos en su historial.
Finalmente, el bus que tengo ahora es un Neobus Mega Plus 2017, también con chasis Volvo B290R LE, placa FLXT90. Cumplí 2 meses con este bus. Hicimos un intercambio con el conductor que la manejaba antes que yo, él empezó a sacar la FLXT89 porque el bus FLXT90 tenía fallas reiteradas con las puertas, se le bloqueaban. Así lo empecé a sacar yo sin saber, nunca tuve problemas con las puertas.
Acá en San Carlos de Apoquindo el único bus a cargo o asignado que había era el Scania, el Caio Mondego II, porque a esos conductores los habían capacitado y eran los únicos autorizados. Cuando llegó el otro Marcopolo Torino con chasis Volvo B8R, el que venía para Vule, FLXV12, también lo dejaron a cargo ya que el otro bus que hay, el FLXT91, no se cuidó tanto y en cada detalle de carrocería o raspón del bus nadie se hacía responsable.
Quienes conducimos los buses nuevos, como compañeros, nos propusimos a sacar siempre los mismos buses para cuidarlos y que las jefaturas vieran que era el mejor método para mantener los buses en óptimas condiciones. El resultado fue excelente y decidieron asignarnos los buses con conductor fijo de mañana y otro de tarde.
11. ¿Algo más que quieras decir?
Un saludo a todos los colegas y todos los que ven el blog de Ariel, yo siempre lo he seguido. Me gusta lo que hace y feliz por la entrevista que me hizo.
COMENTARIOS FINALES
Fue una entrevista muy entretenida. Conversamos harto tiempo con Sebastián y eso también me dio tiempo de ver casi todos los buses en el cabezal. Espero que a Sebastián le haya gustado y a ustedes también. Muchas veces se habla de que las personas jóvenes no tenemos objetivos, no somos pacientes o somos poco comprometidos, pero no es así. Y si es así, no todos somos así.
Tienen que estar atentos, pronto subiré las fotos que tomé en el cabezal de San Carlos de Apoquindo y varios videos que hice ese día con los buses nuevos que hay 🙂
Ariel Cruz Pizarro
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“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis, llamad, y se os abrirá” Mateo 7:7