¿Por qué se escribe Relatos Subterráneos?

Hay algunas personas que se pueden preguntar la razón de escribir Relatos Subterráneos, si gran parte del trabajo que estoy exhibiendo en esta página corresponde netamente a buses. La verdad, por razones de tiempo, no he podido concentrarme mucho en el Metro pero para fin de año ya deberían estar listas las fichas básicas, la información básica que debería saber todo niño o persona que quiera empezar a ser aficionada a esto.

Ariel Cruz Pizarro - Asistente de Andén Metro - Relatos Subterráneos

1. ¿Por qué escribir Relatos Subterráneos?

Existen varias razones, pero básicamente para satisfacer una curiosidad. Si se fijan, en este blog, a través de las Experiencias de Viaje trato de contestar ciertas preguntas referentes a la posible curiosidad de alguien y eso se debe a que soy consciente de la alteridad (o sea, en palabras más sencillas, de ser otra persona, ponerme en sus zapatos).

La curiosidad esencial es que debe haber personas, en alguna parte, que se pregunten cómo es trabajar en el Metro. No creo que sean muchas, pero en alguna parte debe haber y bueno, yo trabajé en el Metro, así que puedo ser su sujeto de preguntas, puedo responder esa curiosidad a través de mis historias, las cuales tienen “ciertas coincidencias” con la realidad.

2. ¿Por qué escribir Relatos Subterráneos con 1 capítulo semanal y de esa manera, sin ser siempre relatos de estaciones?

Porque yo no soy 100% original, la idea de tener una columna semanal vino de leer “Cuando grande seré rubio” del sitio Viviendosolo.cl, sí… se me ocurrió de ahí, porque me enganché con la historia y esperaba sagradamente cada día específico de la semana para leer a Alberto. Ahora bien, siempre me chocó un poco el pesimismo de él jajajaja, pero lo leía igual.

La fórmula es la misma pero hago modificaciones propias a mis intereses, “copio pero modifico“. Mostrar relatos de estaciones puede ser novedoso, pero quedaría solamente en anécdotas y no podría abordar algunos temas de manera más profunda, por esta razón es necesario que el personaje sea redondo. Ariel, en los relatos, es un álter ego mío, al mostrar la sucesión de capítulos puedo implícitamente mostrar varios tópicos que abarcan a distintas edades. Si bien no escribo mucho de administración, Relatos Subterráneos es una serie sobre administración.

Nosotros, como personas, no solamente hacemos cosas, también las pensamos, criticamos, tenemos valores y tenemos ocasiones en que ganamos, otras veces en que perdemos. Acá no se trata de ser héroe, ni tampoco antihéroe, ni tampoco un personaje entrañable o querible, simplemente trato de mostrar “parte de” lo que soy, un ser normal, una persona que entró a trabajar en el Metro, que tuvo que aprender algunas cosas de forma muy intensiva, que es un niño metido en un mundo de grandes y debe adaptarse a eso, que debe aceptar ciertas realidades crudas pero que también debe abrigar esperanza, amor, fe en no repetir las malas historias que ve.

3. ¿Por qué dices que Relatos Subterráneos es una serie sobre administración?

Más allá de las chácharas administrativas que incluyo, Relatos Subterráneos va desnudando tanto fortalezas de las instituciones como vicios (no solamente del Metro); la conducta de jefes, trabajadores, usuarios y familiares, cómo cada acción va afectando o adecuando el modo de ver de cada uno.

Una de las grandes riquezas que tengo es que estoy estudiando Administración Pública y que en el Metro, cada estación generalmente tiene un jefe distinto. Entonces cada fin de semana me podía a comprobar teorías y desechar otras, fue la mejor escuela que pude haber tenido para comprender los mejores anti-ejemplos de liderazgo y rescatar aquellos aspectos positivos de los buenos líderes. A su vez, como era trabajador, podía ver los vicios del sistema y tratar de buscar soluciones a esos embrollos laborales.

En la serie, uno de los aspectos que se va tocando sutilmente es la inexperiencia y cómo se subsana. Cuando comencé, era una persona que tenía un gran afecto por el Metro (dada la afición) pero que tenía ciertos problemas para hacer bien su trabajo, no obstante, conforme pasan los capítulos voy aprendiendo y, por supuesto, también cometo errores que van enseñándome sobre lo que es la vida laboral.

Me gustaría que los jóvenes, sobre todo aquellos que tienen miedo de empezar a trabajar, puedan leerlo y puedan recoger algunas lecciones que pueden ser útiles. Igual que ser empático con quienes trabajan en fines de semana y ven pasar la vida de los otros: compartir con la familia, compartir con la pareja, tener tiempo para dormir/flojear/leer/hacer tus cosas es algo que se valora más cuando no lo puedes disfrutar.

4. ¿O sea que Relatos Subterráneos no es sobre tu experiencia como Asistente de Cliente sino de administración?

Sí y no. Es un relato integral, el hilo conductor es el relato de la evolución mía en el trabajo, para ello afortunadamente tengo anotadas las estaciones, las fechas y algunas anécdotas que pasaron en cada turno, entonces voy abordándolo cronológicamente.

Junto con presentar cosas administrativas que no son teóricas ni fomes, también presento otros temas que aparecen cuando trabajas en el Metro: las personas que se quieren suicidar, las personas que no leen los letreros, las estaciones que se vuelven aburridas, los jefes que pueden hacer que trabajes o que te estanques, las dudas existenciales, cómo la subcontratación afecta a las personas sin darles la posibilidad de tener muchos años de antigüedad y/o con fuga de talentos (el Metro tiene excelentes personas trabajando para ellos, pero no los puede contratar porque organizacionalmente no los conoce ni tiene los canales abiertos para recibirlos o potenciarlos), el hecho de pertenecer a una subcultura en la ciudad que conoce los códigos y claves del Metro, los problemas de los pasajeros y de la sociedad en general, etc.

La gracia de escribirlo de ese modo es que permite mucha versatilidad, no es un diario de vida (a diferencia del relato en que me inspiré) pero mantiene la cercanía por cuanto abro mi corazón y les digo cómo me siento frente a tal situación, la risa que me provoca un chiste, la tristeza que me provoca ver a alguien sufrir, en el fondo también humanizar a las personas que estamos en esos puestos, que ustedes como lectores vean en el guardia, el cajero, el auxiliar, el asistente de andén, que vean personas de carne y hueso, somos seres humanos, como ustedes, sabemos que el Metro tiene muchos problemas pero no la carguen contra nosotros, ¡ni siquiera pertenecemos a la empresa!

5. Ya no trabajas en el Metro, ¿por qué?, ¿lo extrañas?

Tengo dos grandes trabas con respecto al Metro, las que aparecerán de repente en Relatos Subterráneos e irán evolucionando conforme el personaje vaya madurando. La primera, es que es una buena empresa (hasta cierto punto) pero me parece injusto que haya subcontratación en puestos que tienen contacto con el público (estratégicamente lo encuentro un error y moralmente, muchas personas han trabajado más de 4 años para Metro, pero bajo distintas empresas contratistas y en desventaja del personal que trabaja directamente para Metro, lo cual es una realidad bastante fea que a nadie le preocupa, muchas personas que trabajan para Metro son explotadas e invisibilizadas). Lo triste es que esto es la realidad de Chile en muchos ámbitos.

La segunda, es que es una organización que está sometida a un gran estrés, sobre todo con los problemas administrativos que tuvo hace algunos años (puede leer un “informe” que hice). No sé ustedes, pero yo trataría de aspirar a un trabajo donde me paguen bien, donde pueda estar tranquilo y tenga ciertas garantías (ajam, ajam, ahora lo tengo).

Como Asistente de Andén, muchas veces me vi expuesto a situaciones límite (en uno de los capítulos finales, debería escribir cuando una persona “con drogas” casi me bota a las vías y en otro, una jefa de línea que me puso un reclamo por “no atender bien un procedimiento y no manejar ciertos conceptos básicos” con un borracho, cuando ella estaba ahí sin hacer nada y el borracho perfectamente podía botarme a las vías. Que yo me equivoqué en responderle una pregunta básica, sí, lo acepto; pero que no venga a hinchar las pelotas cuando mi vida estaba en peligro y trataba de manejar la situación de forma tal que nadie saliera lastimado, a diferencia de un trabajo normal, un error mío me puede costar 23 años de vida y yo quiero llegar a mi casa; cero aporte usted).

Si eres subcontratado, los sueldos son bajos y eres totalmente reemplazable. Para uno como estudiante está bien, es una paga similar o superior a ser empaque y con mejores condiciones (turnos y sueldos fijos, AFP, Isapre, uniforme “gratis”, posibilidad de hacer turnos extra) pero para una persona padre o madre de familia, el sueldo es bajísimo y muchos recurren a turnos extra para mejorar su renta. El dinero que se paga no alcanza a pagar los malos ratos ni el cansancio que a veces uno tiene. Incluso, aunque es una práctica perseguida por Metro y que tratan de erradicar, existen personas que trabajan doble jornada en dos empresas distintas (sí, personas que para tener un sueldo digno trabajan 16 horas diarias, yo conocí varias y son personas a las que quiero mucho, me gustaría tener una empresa y llevármelas para que trabajen mejor, con más dinero y más tiempo con sus familias).

Respecto a si lo extraño… extraño ciertas cosas, poder compartir con personas de toda índole y tener el espacio para conocer muchos compañeros de trabajo o pasajeros (haciendo turnos extra, cambiando de estaciones; se puede conocer mucha gente y como generalmente son adultos, varios pueden dar buenos consejos o enseñarte su vida), hay algunos momentos que fueron bastante felices, pese a que nombro varios defectos, yo no lo pasé mal trabajando. Estuve 5 meses como Asistente de Cliente de fines de semana y 4 meses como Asistente de Andén de lunes a viernes, me ofrecieron seguir pero no quise, las dos veces renuncié yo. Siempre estuve estudiando en la universidad y trabajando paralelamente.

No extraño el horario, para nada, los turnos en transporte son bastante extremos y esto no es la excepción, cuando era Asistente de Cliente en fines de semana muchas veces llegaba a las 01.00 de la mañana a mi casa para después despertar y tener clases a las 08.30 en la universidad. Tampoco extraño esos turnos larguísimos en estaciones fomes o sin público, sentía que estaba perdiendo mi tiempo (salvo cuando pensaba que me pagaban por no hacer nada en esos ratos), o estar muriéndome de frío en una estación y tener gripe cada 1 semana, no… eso no lo extraño para nada.

6. ¿Qué consejo le darías a alguien que quiere ser Asistente de Andén o de Cliente?

Paciencia. Muchas personas, por distintos motivos, no leen los letreros, no entienden instrucciones básicas, no toman las precauciones mínimas (en otro capítulo debería aparecer cuando una mamá descuidó a su hija chica y gateando casi se cae a las vías), en el Metro puede pasar literalmente de todo, la imaginación siempre queda corta y debes estar preparado para todo tipo de situaciones, algunas bastante tensas, los jefes a veces tampoco te ayudan mucho aunque no puedo decir que todos sean malos jefes, hay algunos jefes de estación bastante buenos. Sería bueno hacerse auto-capacitaciones de atención a clientes y en ciertos tópicos (suicidios, frenos de emergencia, procedimientos con borrachos o personas violentas), a veces las empresas no te preparan mucho (no lo digo por mí, pero si no sabes tratar con clientes el que se va a llevar un mal rato eres tú).

Respecto a empresas, lo mejor es ir a algunas estaciones grandes a consultar directamente con las personas que trabajan acerca de cómo postular, los sueldos, si realmente la empresa es buena o no (ver los logos e identificar cada empresa). Generalmente cada cierto tiempo van cambiando las empresas contratistas y con eso también cambia el trato laboral. Por ejemplo, en limpieza antes estaba CVC Comao, pero se salieron de Metro y, si mal no recuerdo, los tomó MacClean e ISS. Algunas personas estaban disconformes con estas últimas y se empezaron a ir a otras empresas, pero a lo mejor si hay mejor trato laboral, volverían al Metro. En seguridad y cajas es similar.

Por cierto, por más que le cambien el nombre (ahora son Asistentes de Servicio), tu trabajo va a ser similar a ser guardia, sin tener los cursos respectivos de guardia (OS10), sea fiscalizando que la gente pague su pasaje o estando en el andén. De hecho, los mismos usuarios creen que uno es guardia, y no, uno por definición no puede meterse en una pelea. Las únicas personas autorizadas para portar cierto tipo de armamento y actuar en procedimientos son los vigilantes y los guardias de seguridad, tú no, así que si pegas, tienes la ley en tu contra, no te expongas.

7. Si te ofrecieran ser Jefe de Estación, ¿lo serías?

No sé, he postulado y no me han llamado, en algún momento lo vi como el “paso obligado” dado lo que estudio. Sería algo positivo en términos de renta, estabilidad y porque me manejo en el trabajo que se realiza en las estaciones, al menos desde la parte operativa. Pero, actualmente (año 2015) estoy tratando de aprender otras cosas, ser mucho más versátil y no quedarme sólo con “conocer del Metro”, sino también de otros transportes, de conocer más personas, de poder conocer sobre otros temas también más allá de la administración. Así que… no sé, por lo menos por ahora, por este preciso momento, me quedo lejos con mi trabajo en Recorrido.cl, soy más feliz aquí.

Por otra parte, creo que mi vocación va por otro lado, más cercano a lo que podría ser el periodismo, la comunicación digital; me gustaría vivir de los blogs en el largo plazo, es algo que manejo bastante bien; pero como contraparte, me gustaría también poder tener más roce social, poder estar siempre en movimiento, ir a distintas ciudades, conocer lugares y también personas, poder predicar sobre Jesús a otros, sea en la ciudad o en el camino. De hecho, podría ser algo así como un pastor itinerante jajajaja, es raro porque no voy a una iglesia, ¡pero hay tanta necesidad de Dios allá afuera! Si las personas pudiesen conocer el amor de Jesús, si los “cristianos” dejaran de juzgarse unos a otros y realmente recibieran a Jesús en su corazón, creo que este mundo sería totalmente distinto.

8. ¿Por qué deberían leer Relatos Subterráneos?

No sé, no quiero hacer publicidad o ser un escritor que tenga mayor reputación, eso no me interesa. Pero si les interesa este blog, creo que el mejor modo que tienen de “conocerme” es a través de esos capítulos. Uno acá puede escribir artículos, informarse sobre varios temas, pero pocas veces uno abre su corazón y menos en esta sociedad tan centrada en el “yo“, en cosas vanales y sin sentido, tan solitaria donde muchas personas se contactan pero no se hablan cosas importantes. En estos relatos, yo hago eso, abro mi corazón y también me preocupo de “otros“, a lo mejor en alguno de esos “otros” estás ““.

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Escritor y Blogger de Transportes
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