Relatos Subterráneos – Capítulo 04

Advertencia: Los nombres están cambiados para preservar la identidad y privacidad de las personas que han participado de estos acontecimientos “ficticios”. Un cariñoso saludo para ellos de mi parte, junto con saludar a todos los trabajadores y trabajadoras del Metro, sean internos o externos como lo fui yo. Cualquier coincidencia con la realidad es más que una coincidencia 😀

Capítulo 04 – Simultaneidad

Metro de Santiago - Alstom AS2002 - Rotonda Quilín (L4)

Una de las cosas que me llama la atención es la simultaneidad. Reflexionar y pensar que mientras estoy escribiendo, afuera están pasando muchas cosas como gente que se besa por primera vez, personas que son testigos del nacimiento de un ser, personas que pierden a un ser querido, gente que se casa, que se divorcia, que tiene sexo, que se aburre, que se emociona en un partido, que vive un conflicto armado, que está en una estación meteorológica en la Antártica… en fin, muchas cosas, ya comprenden la idea.

Quilín es una estación maravillosa para mí. Es una estación tranquila, no tienes mucho flujo de personas y la gente que circula por la estación suele ser amable. Es cierto que es fría, pero puedes ver los trenes y conversar con el guardia, las cajeras, el jefe de estación. Por si fuera poco, tienes el centro comercial cerca así que eventualmente puedes ir a comer papas fritas en colación. Ese centro comercial es tranquilo, tiene varias tiendas pero es chico así que nunca está atestado de gente. ¿Cómo no amarte, Quilín? Eres un refugio tranquilo en medio de tanto caos.

Mi turno comenzó conociendo al jefe de estación y al guardia de seguridad. Normalmente yo recibía una llamada cerca del jueves o el mismo viernes donde el supervisor me comunicaba que estaciones tenía asignadas para los fines de semana. Cuando me tocaba una estación nueva, en la mañana me dedicaba a estudiar un poco la estación (ver el mapa, repasar los recorridos, ubicar posibles puntos de referencia que te puedan consultar), anotaba todo en una hoja y me hacía un mini mapa en caso de no tener a mano el plano de la estación. Todo este estudio previo lo corroboraba antes de comenzar el turno con las observaciones de los jefes, guardias y colegas asistentes mediante una clásica pregunta: «¿Acá qué cosas son las que te preguntan recurrentemente?«.

En el papel, mi trabajo es ser un apoyo para los jefes de estación y guardias de seguridad, normalmente encargándome de fiscalizar si los pasajeros pagaban su pasaje (o sea, un guardia más en la práctica) o de cumplir labores que ellos no podrían cumplir para no dejar botada su labor (ayudar ancianos, ciegos, abuelos, movilidad reducida, responder dudas, etc). Pese a esto, siempre enfoqué mi trabajo al cliente directo, a final de cuentas mi puesto se llamaba así «Asistente de Cliente«. De este modo, planificaba mis jornadas pensando en los posibles clientes que enfrentaría.

Ese día sábado fue muy tranquilo en Quilín, no en otras estaciones. Mientras Hernán (le pondremos así), el guardia, y yo conversábamos de la vida, experiencias pasadas y nuestra historia laboral, el caos se iba apoderando de algunas estaciones.

– Atento, estación Macul. Realice cierre de estación por disturbios de barristas.

Estaba conversando con una chica que estaba esperando a un contacto para realizar una compraventa. Lo típico, que uno se pone de acuerdo para comprar algo por internet y la entrega se hace en estaciones. Bien, la vida se sucedía tranquilamente mientras…

– Atento, estación Pedrero y estación Mirador. Realice cierre de estación por disturbios de barristas.

En un principio, la idea de ir a Quilín me parecía tan desagradable como estar en Macul, pero no, amo Quilín. Es una estación pacífica como ella sola y siempre hay pasajeros que te conversan de buena manera.

– Atento, estación Bellavista de La Florida. Realice cierre de estación por disturbios de barristas. Atentos vigilantes, tenemos disturbios dentro de estación Vicente Valdés.

En Quilín teníamos un lindo sol de invierno, niños jugando en la plaza de la rotonda de la estación, un conmovedor escenario de parejas besándose, un partido de fútbol con un equipo de adultos contra niños pequeños, llegaban pasajeros con helados del centro comercial. El jefe de estación estaba en su oficina tranquilo resolviendo cosas administrativas, Hernán con su bigote me contaba anécdotas de él y su señora.

– Atento, estación Ñuble. Realice cierre de estación por disturbios de barristas. Rodrigo de Araya y San Joaquín, ¿me copian? Deje la estación cerrada al 50%.

El Metro es como el sistema circulatorio. Reacciona igual, igual. Hay una alteración del orden (una herida), salen las plaquetas a cicatrizar y cerrar la herida. En este caso, hay disturbios y se cierra la estación para no permitir la entrada de agentes externos. Es profundo comprender el Metro y su relación con la ciudad desde una arista biológica.

Paz y tranquilidad para poder pensar estas cosas…¡esto es vida y me pagan por esto!

(…)

Cada capítulo se publicará los días Miércoles, a ver si logro hacer los 52 capítulos que tengo pensados 🙂 Se vienen spin-off con participaciones de otros compañeros de labores 😀 , se van a reír con las cosas que pasan abajo en el Metro.

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Escritor y Blogger de Transportes
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