Debo admitir que me complica un poco realizar este post de “Experiencia de Viaje” porque tengo demasiados viajes jajajaja, sin ir más lejos en uno de mis pases escolares tengo más de 3.200 movimientos (cada carga de tarjeta y cada bus que uno toma es un movimiento). Gracias a Dios he conocido buena parte de la ciudad a través de mis inquietudes y de querer conocer más sobre Transantiago.
Planteo este post con dos objetivos: mostrar parte de mi experiencia y orientar a personas de regiones/extranjeras sobre cómo es el transporte público de Santiago.
Breve explicación de Transantiago
He escrito otras explicaciones más detalladas pero fáciles de entender para personas extranjeras, pero dado que acá el foco es la experiencia de viaje, explicaré brevemente la parte operativa: Transantiago es un sistema de transporte público que presenta participación pública y privada en diferentes niveles.
El Estado tiene a su personal concentrado en las labores del Directorio de Transporte Público Metropolitano, junto con personal fiscalizador en algunos puntos de la ciudad (tanto para ver el estado de los buses, como para verificar el pago que realizan los usuarios). Desde el sector público, se planifica sobre los recorridos (rutas) que van a cubrir los buses, se aprueban los Programas de Operación y se aprueban/modifican los parámetros por los cuales deben funcionar los buses, junto con monitorear y corregir los problemas operativos que presenten los buses en terreno a través del Centro de Monitoreo de Buses (CMB).
Por otro lado, el servicio de transporte público es provisto por empresas privadas, las cuales generalmente han ganado una licitación (digo generalmente, porque ahora último ha sido de otro modo). Las empresas tienen metas de operación de acuerdo a ciertos indicadores que plantea la autoridad mediante contratos (esto lo vimos con detalle cuando entrevisté a Ronald, un coordinador de ruta), recibiendo un pago por las transacciones de los usuarios y otro por subsidios estatales.
O sea que, el Estado planifica/aprueba la operación, las empresas privadas lo ejecutan y si hay problemas, el Estado realiza intervenciones (multas) cuando las empresas han fallado en cumplir lo que plantean los contratos. En términos simples, es un sistema de externalización de servicios públicos.
¿Cómo es andar en Transantiago?
Ahora que tienen un contexto, puedo decirles parte de mi experiencia después de tantos viajes en micro (porque sí, así le llamamos los santiaguinos a los buses: micros). El sistema de transporte público funciona bien o mal dependiendo del lugar donde estés (hay sectores que tienen muy buenos recorridos, otros que no), el horario en que te muevas (generalmente la hora punta es algo compleja, algunos servicios se vuelven inseguros en la noche) y la infraestructura vial que sirva a estos recorridos (si tienen vías exclusivas o no incide mucho en la regularidad de frecuencia y la velocidad comercial).
Así que decir que andar en Transantiago es lo máximo o que es malo, depende mucho de esas variables. No hay una experiencia uniforme en toda la ciudad, cada persona tiene su opinión y disfruta/sufre. Además, la operación de las empresas privadas también es variable, existen empresas que funcionan bastante bien y otras que realizan un mal servicio. Por lo tanto, en este apartado me dedicaré a escribir lo que tienen en común.
Transantiago tiene paraderos estandarizados en donde se detienen los recorridos. Cada paradero tiene una paleta informativa (un palo y un letrero con información) donde dice qué recorridos se detienen en ese lugar, hacia dónde van (el destino final) y un código especial. Existe un mapa general desplegado en la página web, yo lo entiendo pero reconozco que hay personas que no lo comprenden o les cuesta mucho entender. Por internet, también existen planificadores de ruta. En general, las personas sólo saben sus recorridos habituales, pero no entienden mucho más que eso (si alguna vez tienen dudas, me pueden consultar aquí).
Con este código tú puedes mandar un SMS o ver en internet para revisar cuánto demorará el bus en llegar a ese paradero. En este caso, el paradero tiene el código PE399. Uno pone el código del bus y el recorrido que necesita. El sistema se conecta con el GPS que tienen los buses (porque sí, los tienen) y revisa la distancia que hay entre tu paradero y ese bus, en base a ciertos cálculos de velocidad comercial te da un rango de minutos de espera. Este sistema es bastante fiable, ahora también te indica la patente del bus.
Una vez que haces parar el bus con tus dedos y te subes, uno ingresa al bus y paga con su Tarjeta Bip. La tarjeta se pone debajo de esa flecha azul, en el espacio que está pensado para poner la tarjeta (lo digo porque otras personas la ponen en cualquier parte). La tarjeta se coloca ahí y no se mueve hasta que el validador haya realizado la transacción, es muy simple y sencillo. Esta tarjeta la puedes comprar en todas las estaciones de Metro, entre otros lugares especiales.
El tipo de bus, la capacidad de pasajeros que tenga, la ocupación (si está muy lleno o no), son cosas que varían de acuerdo a cada recorrido y horario. En general, todos tienen en común que son buses de transmisión automática. Los buses grandes (sean rígidos o articulados) tienen asientos sin acolchado, piso bajo en al menos un 50% del bus y espacio delimitado para personas discapacitadas (el cual a veces ocupan otras personas con coches de bebé). También existen rampas para poder ingresar/bajar las sillas de ruedas, estas rampas generalmente las disponen los mismos pasajeros para otros pasajeros.
Los buses no tienen aire acondicionado, sino ventanas con ciertas características para filtrar la radiación solar (no así el calor jajajaja). Existen pasamanos y timbres dispuestos para los usuarios, la bajada solamente se realiza en paraderos autorizados. En buses más viejos o en invierno puede haber pequeños inconvenientes con algunos timbres malos, pero eso no es algo general.
El sistema se sustenta sobre la base de transbordos, uno puede tomar hasta 4 buses (o 3 buses y el Metro) en un rango de 90 minutos, pasando la tarjeta Bip en cada bus (o el Metro) y descontando el valor de un solo pasaje. Existen dos excepciones: Si tomas dos veces el mismo recorrido, pagas dos veces (lo mismo con el Metro, si pagas en dos estaciones de Metro, pagas dos veces); y el hecho de que si pagas dos veces en el mismo bus (pensando en que le pagas el pasaje a otra persona), se pagan dos pasajes y las combinaciones disponibles quedan en cero. Lo ideal es que cada persona tenga su propia tarjeta para poder combinar y no pagar de más.
¿Cuántas empresas hay y cuántos recorridos existen?
Actualmente existen 7 empresas operadoras:
– Inversiones Alsacia (que es de capitales chileno-colombianos y tiene los recorridos 100),
– Subus Chile (misma procedencia de capitales, tiene los recorridos 200 y servicios locales G),
– Buses Vule (capitales chilenos, tiene los recorridos 300 y servicios locales E, H e I),
– Express de Santiago Uno (empresa hermana de Alsacia, tiene los recorridos 400 y servicios locales D),
– Metbus (capitales chilenos, tiene los recorridos 500 y servicios locales J),
– Redbus Urbano (capitales chileno-franceses, tiene los servicios locales B y C), junto a
– STP Santiago (capitales chilenos, tiene los servicios locales F).
Hago una distinción para evitar confusiones. Existen recorridos que solamente tienen números (104, 210, 314, 401, 505) que son recorridos troncales, pensados como servicios largos que atraviesan gran parte de la ciudad. Los otros recorridos que tienen letras (B01, C02, D03, E04, F05, G06, H07, I08, J10) son recorridos locales pensados para unir sectores residenciales con el Metro y otros recorridos troncales.
Transantiago fue concebido como un BRT (Bus Rapid Transit), donde iba a existir una gran infraestructura vial para mover grandes masas de personas de manera eficiente mediante los recorridos troncales y el Metro. El problema es que gran parte de esa infraestructura vial no se realizó… cosas que pasan, detalles.
En el principio, los buses troncales tenían colores blanco-verde mientras que los buses locales tenían colores, pero actualmente se decidió ir acabando progresivamente con la diferencia de recorridos: cada empresa ahora tiene su color distintivo.
¿Cómo son los buses de Transantiago y por qué existen distintos tipos?
Es probable que haga post más específicos de todas estas preguntas jajajaja, pero por mientras daré respuestas generales.
Los buses emblemáticos del sistema corresponden a buses articulados traídos desde Brasil. Fueron fabricados por Busscar, Caio y Marcopolo para los recorridos troncales, la idea era que hubiese un transporte eficiente y que recorrieran grandes distancias de manera rápida, pero sin la infraestructura vial, estos buses han sido destinados a recorridos con calles estrechas y no se adaptan muy bien a los requerimientos (hay un artículo más detallado sobre estos buses en este blog). Son unos 1.400 buses, en los próximos años deberían desaparecer (2016 – 2019). Los recorridos troncales de Alsacia, Subus, Express y Metbus tienen estos buses.
Los buses rígidos están presentes en Transantiago desde los comienzos y probablemente seguirán existiendo, son máquinas con gran capacidad de pasajeros (90 – 100 pasajeros), con piso bajo en gran parte del bus, espacio para discapacitados y un cierto número de asientos. Son los mejores buses operacionalmente porque están facultados para todo tipo de recorridos, todas las empresas tienen este tipo de buses, incluso las empresas de servicios locales.
Existe un segmento llamado midibus o bus rígido medio que existe también pero está en retirada, tienen una participación marginal en el sistema y difieren en la capacidad, pues son buses más pequeños (60 pasajeros). Es probable que se vayan junto con los buses articulados. Están presentes en recorridos de menor demanda o para apoyar recorridos complejos (caso de Alsacia, Express) o recorridos locales, caso de Vule, Metbus, Redbus y STP.
Los minibuses también existen en Transantiago. Estos buses están pensados para recorridos locales, tienen una capacidad de 50 pasajeros y bueh, no tienen mucha gracia. Están presentes en las empresas Subus, Vule, Express, Metbus, Redbus y STP. Existió un momento donde las empresas de recorridos locales compraron muchos minibuses, pero actualmente se piensa en uniformar casi toda la flota con buses rígidos.
El nuevo estándar de Transantiago, los llamados buses biportales (entre los aficionados). Son buses rígidos que recogen algunas modificaciones especiales (tener dos puertas a ambos lados, más cantidad de asientos, mejoras en comodidad y avances tecnológicos en normas medioambientales y/o el uso de Adblue). Están llamados a ser los próximos nuevos buses del sistema y consolidarse como la flota ideal para Transantiago.
¿Por qué tener puertas a la izquierda? Pues se veía que un problema de tener vías exclusivas (corredores de buses) era que ocupaban mucho espacio (con expropiaciones y problemas con la comunidad). Esto da la posibilidad de tener vías exclusivas menos invasivas, esperemos que resulte. Actualmente los tienen Alsacia, Subus, Vule, Express, Metbus y STP, son buses traídos durante este año 2015. Mantienen todas las virtudes operativas de los buses rígidos.
Decía que la experiencia de Transantiago cambiaba de acuerdo a ciertos factores… ¿cómo es esto?
Si bien es cierto que existen contratos que obligan a las empresas a cumplir con ciertos indicadores (básicamente: Frecuencia y Regularidad, junto con Calidad de Servicio que se está empezando a medir desde hace poco; existe un post especial sobre los avances del sistema y se mencionan los indicadores), lo cierto es que esto no siempre se condice con una buena calidad de servicio o con la resolución de los requerimientos de las personas.
1) El sector: Existen sectores que tienen una mejor cobertura de recorridos que otros, en el sentido de tener diferentes alternativas de viaje y que estos recorridos resuelvan necesidades de transporte de estas personas (o sea, en simple: que la micro te deje donde necesitas ir).
Por el esquema troncal-alimentador, muchos ciudadanos están amarrados a tomar un solo bus para llegar a una avenida grande o tomar el Metro, o tienen muchos recorridos que no les sirven. Por ejemplo, donde yo vivo (La Florida con Trinidad) no tengo un recorrido directo que me deje en el centro de la ciudad, estoy obligado a llegar a otra avenida (Vicuña Mackenna) que ya tiene una demanda saturada. Mi viaje desde/hacia el centro nunca ha demorado menos de 75 minutos, nunca. El resto de la cobertura es relativamente buena, pero para esa necesidad básica de transporte no hay un recorrido directo.
En términos de cobertura, si alguien extranjero quiere venir a estudiar o trabajar: la solución más sencilla es estar cerca del Metro o asegurarse un sector residencial que tenga recorridos directos a los polos de trabajo/estudio (Santiago, Providencia, Las Condes), teniendo un recorrido directo desde su lugar de residencia hasta donde necesita ir, está más que pagado y le irá bien. Usted, como turista, en los sectores donde se aloje no tendrá ningún problema porque tienen buena cobertura.
2) Diferencias de calidad de servicio y horarios: En Transantiago (así como en muchas partes) existen recorridos prioritarios al momento de la operación y otros recorridos que no son tan importantes en el sentido de que no tienen mucha flota asignada o no está previsto que tengan una gran frecuencia. Por ejemplo, en mi lugar de residencia (avenida La Florida), el recorrido 104 ocupa muchos buses, mientras que otros recorridos de la misma empresa (102, 112, 114) se ven menos (lo que no es malo per sé, pero si no te para un 112, duele mucho).
Pese a que existen contratos y un afán de estandarizar el servicio, las empresas concesionarias tienen muchas diferencias en los resultados de la operación. Yo tengo mis propias opiniones, pero dejo con ustedes el listado de empresas con sus respectivos porcentajes de cumplimiento de indicadores para presentar datos duros (después diré porque esto sólo muestra parcialmente la realidad). Dejo destacados los puntos más altos (verde) y bajos (rojo) de cada indicador.
Empresa | ICF (Frecuencia) | ICR (Regularidad) | ICA (Calidad Servicio) |
Alsacia | 93,1% | 78,1% | 71,5% |
Subus | 95,1% | 80,3% | 72,9% |
Vule | 97,7% | 86,0% | 75,4% |
Express | 94,8% | 80,5% | 72,0% |
Metbus | 99,1% | 86,7% | 76,6% |
Redbus | 95,5% | 82,4% | 75,0% |
STP | 97,3% | 87,6% | 71,5% |
Fuente: Ranking Anual de Calidad de Servicio – DTPM (2014)
En términos sencillos, las empresas tienen ciertos grados de cumplimiento de los indicadores (la frecuencia se refiere a la cantidad de salidas que hay en un recorrido, dentro de una franja de horas; la regularidad es el intervalo de tiempo que hay entre los buses y calidad de servicio es como cliente incógnito). Estos datos nos dicen que las empresas presentan grandes diferencias al momento de prestar sus servicios, no es lo mismo vivir en un lugar donde trabajan los recorridos de Alsacia que en otro donde trabaja Metbus. Triste, pero cierto.
Es así como me ha tocado sufrir en carne propia a Alsacia, con el recorrido 104 que tiene momentos brillantes donde pasa a cada rato, en esos instantes existe una buena correlación entre el nivel de público y los buses ofertados. Pero también hay otros momentos del día (yo recuerdo el mediodía, las primeras horas de la tarde) en que había varios minutos en que no pasaba y cuando veías el bus estaba tan lleno que no te podías subir.
Un caso emblemático es el recorrido 210 de Subus, que tiene muchos buses asignados y es un recorrido muy estratégico para la ciudad, pero por distintos motivos (tacos, barristas, problemas propios de la flota) también presenta ese comportamiento irregular. Lo mismo del recorrido 405 de Express, un recorrido que fusionaron con otro creando un mega recorrido larguísimo que no tiene regularidad, simplemente no tiene.
Que tu recorrido sea fiable depende de la empresa que presta el servicio, el trazado de las calles de ese recorrido (si tiene muchos tacos o no, si tiene vías exclusivas o no, si tiene muchas paradas o no) y también de otros factores azarosos jajajaja. Salvo en el caso de Metbus y Vule que tienen una mayor predictibilidad en los recorridos, uno no tiene asegurado el tiempo de viaje (a veces puede ser más o menos dependiendo del tráfico).
A su vez, existe otra cosa no dicha: las empresas se preocupan de cumplir los indicadores, no del transporte de pasajeros como tal o de brindar una experiencia de viaje (esto lo analicé con mucho detalle respecto a las falencias del sistema y posibles razones de la menor demanda de viajes). De este modo, aunque los buses pasen y tengan una buena regularidad, a veces no te paran o te llevan pero tienes una experiencia desagradable, pero como no está medido, la autoridad no tiene cómo cambiar eso.
3) Calidad de los buses y de los pasajeros:
Las máquinas de Transantiago son buenas, el sistema siempre ha comprado buses nuevos de procedencia brasileña (la mayoría) y cumplen con buenos estándares de fabricación. El problema es que Transantiago y sus condiciones de operación maltratan mucho los buses, ya sea activa o pasivamente. ¿Cómo así?
Activamente, pues existen calles en malas condiciones que estropean la suspensión y la carrocería, junto con el hecho de tener paraderos muy seguidos (mayor desgaste de piezas, uso de frenos). Pasivamente, existen empresas que no limpian sus buses salvo el día del níspero, simplemente no los limpian, tampoco existen buenas mantenciones tanto en carrocería (ventanas rayadas, ventanas sucias, motores que no están tapados correctamente, fuelles que se llueven, timbres malos, puertas malas, pinturas desprolijas, paneles electrónicos malos) como en la parte mecánica (fallas de suspensión, pannes por distintos motivos, buses que se incendian solos, etc).
Es decir, en palabras muy simples, los buses no están bien presentables en muchas ocasiones ni tampoco están mantenidos correctamente, como debería ser en un servicio de transporte que transporta vidas. No obstante, no todo es culpa de las empresas y su poca prolijidad.
Una experiencia de viaje también se puede estropear por la “calidad de pasajeros” que tenga un recorrido. Sé que puede sonar feo apelar a “calidad de personas“, pero ocurre. Existen recorridos donde todas las personas pagan, los pasajeros son amables y ayudan a otras personas (ancianos, discapacitados, mujeres embarazadas), mientras que en otros recorridos poca gente paga, algunas personas no son solidarias y ni que decir de los ladrones, las personas que rayan los buses o se dedican a pelear.
Es triste, pero muchas de las fallas internas de los buses (ventanas rotas o descuadradas por ejemplo) son culpa de los usuarios. Cuando hay partidos de equipos grandes (Colo Colo, Universidad de Chile, Universidad Católica), generalmente los recorridos que van al estadio son “tomados” por los hinchas y es un descontrol absoluto, las personas se ponen a beber cerveza, rompen las ventanas, se suben al techo del bus, incomodan a los otros pasajeros, a veces asaltan a los usuarios. Dicen que en el recorrido 210 durante la noche hay distorsión (asaltos, drogas, borrachos, relaciones sexuales, etc).
Tristemente puedo decir que los mejores recorridos corresponden generalmente a los servicios alimentadores del sector oriente (donde están las personas más pudientes, los recorridos de letra C), que los sirve Redbus. Me da pena que sea así, porque no debería, deberíamos tener todos micros en buenas condiciones y donde las personas se traten amablemente, ¡pero estas personas que rayan y destruyen no dejan! Eso sí, la experiencia de viaje también ocurre “hasta por ahí no más“, porque en las mañanas existen varios recorridos que tienen demasiado nivel de público (como el C02 y C10e).
Un caso especial que rescato es el recorrido 222e de Subus en las mañanas, es una excepción a la regla, los buses están presentables y en ese recorrido casi siempre subimos las mismas personas, entonces hay una complicidad y se vuelve un servicio amable. Los buses de Metbus y Vule también tienen buena presentación generalmente, pero a veces pasan por sectores complicados y están sujetos a vandalismo (igual que Subus).
Los peores serían STP (recorridos de letra F, que sirven a Puente Alto, una enorme comuna donde coexisten muchos estratos sociales, entre ellos sectores populares) con buses en pésimas condiciones (vidrios rotos y pinturas desprolijas son pan de cada día), junto a Alsacia y Express (tienen buses que salvan, pero son muy pocos). Como anécdota, tengo testigos, una vez nos subimos con unos amigos a un bus del recorrido 425 y no podía acelerar, estaba escrito en la cabina del conductor el nombre de “Tortuguín“, si andabas apurado jódete, el bus no pasaba los 30 km/h.
En muy resumidas cuentas, ¿te gusta tomar micro?
Personalmente, me agrada tomar micro porque es relativamente económico (sobre todo si uno paga escolar, como es mi caso por ser universitario) y como conozco bien los recorridos, sé elegir el mejor recorrido dependiendo de lo que busque (comodidad, tiempo de viaje, seguridad). Pese a que escribo Relatos Subterráneos (una serie sobre mi experiencia como Asistente a Cliente en el Metro), debo decir que gran parte de mis desplazamientos son en Transantiago, porque es más cómodo, hay más espacio que en el Metro.
Cuando tenía que ir muy temprano a la universidad, en vez de tomar Metro en Vicuña Mackenna, tomaba el recorrido 222e que es un servicio Súper Expreso (un recorrido que tiene pocas paradas y funciona en horario punta). Si bien es cierto que tiene una baja frecuencia (1 bus cada 15 – 20 minutos), el recorrido tiene baja demanda así que es fácil poder tener un asiento disponible y llegar cómodamente al centro de la ciudad (arriba, la foto tomada a las 08.00 de la mañana), sin pelear por tu espacio como en el Metro o en otros recorridos de Subus (210, 213e, 221e).
Cuando estudiaba en Juan Gómez Millas (uno de los campus que tiene la Universidad de Chile), tenía un recorrido directo desde mi casa: el servicio 104. Si bien es cierto no es muy agradable tomarlo en ciertas horas (porque es lento, tiene muchos tacos y a veces también el bus se llena mucho), era un recorrido que cumplía su propósito. En las mañanas, demoraba 45 minutos en llegar a la universidad, mientras que en horario valle podía demorar 35 minutos en volver a casa.
Ahora que me da lo mismo el tiempo de viaje en la vuelta, en la Alameda tomo el recorrido 385 de Vule para llegar a Mirador. Es un recorrido que tiene poco público así que puedes tomar asiento incluso en horario punta, pero tiene dos contras: es un poco peligroso (así que trato de evitar irme atrás) y es lento, si lo comparas con el Metro, es una tortuga. También, cuando quería variar un poco, tomaba el E04 en Franklin y lo hacía completo, demora alrededor de 1 hora en hacer el trayecto entero (ahora un poco más porque lo alargaron).
En el momento de ir al trabajo, me gusta tomar el recorrido 114 porque me deja directo. Yo sé que en 1 hora llego a mi lugar de trabajo, lo que es complejo es ver cuánto demorará en llegar (a veces demora poco, a veces demora más). Lo bueno de las combinaciones es que da la posibilidad de ser creativo (si conoces los recorridos, cosa que casi nadie sabe), entonces en caso de que no pase el 114, busco otras opciones (tomar algo hasta Metro Macul y tomar el 106).
Una combinación que me gusta mucho es tomar el recorrido 104 hasta Grecia y combinarlo con el recorrido 516 de Metbus. El recorrido 516 es bastante directo y rápido, tiene harta gente pero también cuenta con buena frecuencia, entonces esa combinación me permite llegar cómodo a la universidad (entre ambos buses y el tiempo de espera, unos 70 minutos si todo ocurre favorablemente). Y si quiero hacer algo distinto, tomo el recorrido 510 que me deja un poco más lejos, pero me sirve para caminar.
Para moverme por la Alameda y Providencia, no bajo al Metro, uso la micro. Hay montones de recorridos y los conozco todos, así que dependiendo del tramo que necesite voy tomando el que más se acomode. Si voy a Plaza Italia, prefiero el 419 o 423 porque terminan ahí entonces van recogiendo pocos pasajeros. Si voy a Providencia, trato de tomar un recorrido que no esté en los paraderos que más se llenan o que no sean tan conocidos (recorrido 412 y 418, que siempre están separados de los recorridos más populosos).
Si tomo un recorrido muy demandado, me preocupo de tomar un bus que vaya de “mochila” (cuando dos buses del mismo recorrido andan juntos, el bus de atrás que no tiene muchos pasajeros recibe el apodo de mochila) para que todos se vayan en el otro y yo me vaya cómodo en mi bus. Incluso, cuando trabajaba en el Metro (en Grecia), prefería pagar mi pasaje en el 516 antes que hacer la combinación en Tobalaba.
Así que… eh, digamos que sí, me agrada tomar micro y conozco varios recorridos, tanto por el mapa como porque un día me aventuré a querer hacer mi propia guía de recorridos y me propuse conocerlos en terreno. En mi caso, moverme en Transantiago no es un problema y uso los recorridos chicos para ahorrar tramos sobrecargados.
Para quienes vayan a sufrir el taco de Vicuña Mackenna por los trabajos en el corredor, dejo un datito: en Metro Irarrázaval está el recorrido D13, es una micro chica que casi siempre tiene asientos, ese bus se va por dentro y llega a Bellavista de La Florida, sin tocar Vicuña Mackenna ni pelearse por el metro cuadrado. Que se demora un poco más en pasar y en hacer el recorrido… sí, pero es más entretenido que estar metido en un taco y la gente que lo toma es bien amable.
Otro subterfugio que ocupé una vez para ahorrar la combinación de Tobalaba en hora punta tarde (un asco, no le recomiendo ni a mi peor enemigo estar en esa estación a esa hora), tomé el recorrido C04 desde Pedro de Valdivia hasta metro Cristóbal Colón. Igual que el D13, te demoras un poco más, pero te vas sentado y tranquilo. Después en Cristóbal Colón tomas el metro y si te sirve otra ruta expresa, te cambias en Francisco Bilbao. Problema resuelto, estás en el metro y no te mamaste el sauna de Tobalaba. Se puede usar algo similar con el recorrido 503 y 517.
O sea, amas andar en micro, ¿qué le dirías a la gente?
Como decía, en mi caso concreto andar en Transantiago es algo muy sencillo porque conozco los recorridos y sé combinarlos. Pero mi experiencia no corresponde al grueso de la población de Santiago, porque muchas personas ni siquiera saben entender el mapa, con suerte conocen los recorridos que usan para ir y volver del trabajo, no saben más.
Hay un tema con el cual tampoco quiero ser populista, yo sé andar en micro y es agradable usar el transporte público para mí, pero reconozco que ahora que me está yendo relativamente bien en el trabajo, me he dado el gusto de tomar taxi-colectivo para ir a la universidad y… es otra cosa. ¡Es otra cosa! En micro, haciendo combinaciones, nunca he demorado menos de 60 minutos en hacer el viaje. Pero en el auto, ese mismo trayecto son 45 minutos.
No puedo dejar de pensar que es injusto, es injusto que en la medida que pagas más, también tienes un servicio más rápido. Sé que es una lógica de mercado, pero Transantiago tiene que ser competitivo, tiene que ser más rápido, porque para muchas personas no es una elección, sino una obligación. Más allá de las cifras, esos 15 minutos extra que gano en el colectivo se llama “calidad de vida” (y ojo, sabemos que no son 15 minutos, es casi media hora): tener más tiempo para dormir, para disfrutar con mi familia, para hacer un trabajo. No es justo que sólo yo o la gente que puede pagar tenga esa posibilidad de disfrutar más tiempo, todos deberíamos poder.
Pienso en la nana (asesora del hogar) que va desde alguna comuna popular hacia Las Condes y demora 2 horas o más en viajar, en aquellas personas que trabajan y se cansan más en el trayecto que durante su trabajo; en las personas que tienen el sueldo mínimo y a veces ni siquiera les da para pagar la micro (que sí, hay muchos evasores, pero también hay gente que no le alcanza). Es injusto, es injusto, es injusto que algunos niños tengan 30 minutos menos de la compañía de sus padres (15 minutos de ida y 15 minutos de vuelta).
En este blog, trato de contribuir con ustedes poniendo a su disposición la información relevante de Transantiago, que tengan mejor información, que sepan cómo funciona esto, que puedan ver las cosas positivas y los vicios que tiene el sistema. Trataré de compartir algunas experiencias y tips para usuarios, como el del recorrido C04 y D13. Dado que las autoridades tratan de hacer su trabajo (a veces tienen ideas buenas, a veces no), desde mi vereda trato de aportarles con esto.
El video de un viaje representativo
Este es un video que grabé para mostrar cómo es viajar en un bus articulado. Obviamente es hora valle, así que no hay mucha gente dentro del bus y permite conocer algunas cosas del centro de Santiago. Incluye un vendedor ambulante jajajaja. El bus articulado tiene el recorrido 427, voy desde Metro Manquehue hasta Metro Moneda.