El primer post netamente de actividades que hice en Isla de Pascua, será un honor revivir esta experiencia con ustedes y que me acompañen en la lectura. Espero que lo disfruten conmigo 🙂
Una vez que me instalé en el hostal, quedé con la tarde libre y pensé en hacer mis andanzas, así que salí rumbo al Rano Kau y Orongo con la intención de llegar caminando. En el mapa de arriba (modificado de Wikimapia) les marqué más menos lo que fue mi camino desde el hostal hasta Orongo, unos 4 kilometros en total.
Éste fue mi punto de partida, el Hostal Tojika en las cercanías de la caleta Hanga Piko que pueden ver abajo. Acá llega el abastecimiento por barco.
Esta es la visión de la caleta, muy tranquila 🙂
Mientras en mi cabeza iba sonando una canción de Pokemon, pude fotografiar este bus particular (un Marcopolo Senior bastante antiguo, de principio de los años 1990) y uno de los moais que hay en la isla, llamado Ahu Riata.
Después pasé caminando por detrás de la pista de aterrizaje del aeropuerto Mataveri. Como curiosidad, dentro de los terrenos del aeropuerto estaban estos hermosos caballos pastando. ¡Son tan bonitos los caballos!
En Mataveri (no en el aeropuerto, sino en el sector) también había algunas casas. Yo seguí por un sendero demarcado.
Una de las primeras detenciones fue para conocer Ana Kai Tangata. Esta es una cueva que tiene pinturas rupestres que aluden a los manutara (gaviotín pascuense – Onychoprion lunatus). Se supone que este lugar era el astillero de la isla, lugar donde fabricaban canoas y embarcaciones menores.
Actualmente solo se puede bajar a la base de la caverna pero no se puede ingresar. Está cerrado por peligro de derrumbes.
Al subir, me pude encontrar este tierno ejemplar de diuca, una especie introducida en la isla y que es bastante abundante. Son como los Pidgeys de Isla de Pascua jajajaja.
Acá ya comenzamos netamente con lo que es el Sendero Te Ara o Te Ao. Este sendero tiene el nombre de “el camino del mando”. Verán, una de las formas de poder distribuir el poder político en la isla era a través de una competencia. Algunos hombres elegidos de cada clan iban desde Mataveri hasta Orongo en una procesión, para la ceremonia del tangata-manu (hombre pájaro).
Este sendero es el camino que estos valientes guerreros emprendían. Este camino es administrado por CONAF como parte del parque nacional. A mí no me tocó cobro por una circunstancia especial (debido a las protestas de isleños radicales, liberaron la entrada a todos los visitantes).
Existe también un camino vehicular, pero creo que tiene un sentido más especial hacer este camino a pie, ¿no les parece? Esto es el comienzo, con unos árboles frutales 🙂
Después continué caminando por este sendero demarcado con piedras blancas. En las inmediaciones había algunas propiedades de otras personas de la isla.
En el camino, encontré esta bellísima flor aparentemente silvestre. No tengo idea de su nombre, pero es hermosa.
Esto es el puesto de CONAF donde cobraban la entrada.
El sendero discurre en una de las laderas del volcán Rano Kau. Como curiosidad, antes de ir a la isla, le puse el nombre de este volcán a uno de mis Pokemon, un Aerodactyl jajajaja. Este volcán tiene una altitud de 324 metros sobre el nivel del mar. Cabe destacar que la isla tiene un origen volcánico (muy al estilo de Lava, ese lindo cortometraje de Pixar – Disney), pero actualmente todos los volcanes están inactivos. Una sección de esta ladera está forestada con árboles como eucaliptus, cipreses, acacias y otros arbolitos.
Vamos por el camino hasta la cima 🙂
Esta parte fue la más sencilla debido a que los árboles daban un aire fresco al caminar. El sol pegaba muy fuerte a esa hora, así que les recomiendo que caminen en la mañana, debe ser más liviano.
Los colores de la isla son algo fabuloso, ¿no les parece? Miren el contraste entre los árboles verdes y la tierra.
Acá se acabó el bosque y me tocó el sol. Ésta es una de las vistas más lindas del sendero, esas casas que se ven son el pueblo de Hanga Roa. Entre algunos árboles es posible ver un poco de la pista de Mataveri incluso.
A mí me tocaba seguir subiendo. Debajo de ese arbolito, me tocaba un puesto de descanso para las patitas.
¡Miren esa vista! Para mí, el viaje estaba pagado ya jajajajaja. El solo hecho de haber volado en el Boeing 787 a la isla y estar haciendo esta caminata para ver el cráter de un volcán me tenían alucinado. Si el resto de los días había diluvio y no podía salir, iba a ser feliz igual.
Acá el arbolito y jugando al contraluz, aprovechando que el sol iba directo hacia mi pequeño cuerpo.
¡Por fin! El Rano Kau, ¡medio cráter! Son unos 200 metros de profundidad, debajo existe un humedal donde coexisten plantas de totora junto con otras especies vegetales. A propósito de totora, existen intentos por parte de algunas personas de navegar con embarcaciones ligeras hacia Isla de Pascua. Hasta este momento, es un misterio el poblamiento original de Isla de Pascua.
El humedal abajo, ¿no es impresionante? Pensar que hace millones de años, esto era lava pura, ¡que hermoso!
Acá una pareja de enamorados caminando por las inmediaciones del cráter, ¿no es una linda escena? 🙂
Y eh, aquí me ven con el cráter de fondo para quienes no me conozcan jajajaja.
Acá se ve el camino vehicular y el estacionamiento que da al mirador del volcán Rano Kau. De fondo, parte del pueblo de Hanga Roa y la montaña más alta de la isla: Tere Vaka. Yo no pude ir, pero dicen que desde ahí se ve la isla en 360º grados.
Otra de las visiones de la ladera del volcán, esto ya es cuando caminaba hacia Orongo.
¡Orongo! Este lugar es una delicia para los amantes de la antropología, de seguro. Estas casas emulan las hare-vaka (casa-bote) que existen en el resto de la isla.
Orongo es la aldea donde se realizaba la ceremonia del tangata-manu. En esta competencia, hombres elegidos de distintos clanes disputaban el poder político de la isla. Para ello, vivían en estas aldeas durante la competencia y debían realizar una gran proeza física de la cual yo no saldría vivo.
Los competidores debían bajar por los acantilados y llegar hasta uno de los islotes que se encuentran cerca. En ese lugar, debían tomar un huevo de manutara y volver a Orongo con el huevo. El ganador era jefe político de la isla durante un año y también accedía a una mujer virgen (las cuales estaban encerradas en una cueva al otro extremo de la isla).
Sí, los competidores bajaban por la isla a patita y debían cruzar hasta esos islotes (motus, en rapanui). Eran un poquito extremos, ¿no? Lamentablemente estos gaviotines ya no anidan en la isla, sino en otras islas chilenas más alejadas.
¿Les gustó? Déjenme contarles la salvada que tuve. CONAF cierra a las 18.00 horas y yo llegué a las 17.50 horas a Orongo jajaja, así que hice corriendo todo lo que era Orongo, tratando de tomar fotos a la información y a las cosas más importantes. De vuelta, afortunadamente el guardaparques se apiadó de mí y de un turista suizo que estaba en las mismas que yo, así que nos ahorraron parte del camino de vuelta en camioneta 🙂 … me salvaron las patitas, ¡gracias! No me imaginaba caminando de vuelta, ¡tenía las patas calientes!
Tiempos de Camino
– 15.55 Hostal Tojika
– 16.07 Ana Kai Tangata
– 16.30 Sendero Te Ara o Te Ao
– 16.54 Bosque en Rano Kau
– 17.11 Descanso bajo arbolito
– 17.20 Mirador Rano Kau
– 17.50 Orongo
Esto es el volcán Rano Kau desde Mataveri, ustedes me apañaron en la lectura hasta el final y más allá de lo que se puede ver jajajaja. Ha sido un gusto, ¡nos leemos!