Esta entrevista en realidad nació el día en que saqué mi licencia de conducir. Venía desde la Municipalidad de Puente Alto hacia mi casa y justo me tocó la micro de Víctor, una 712. Me llamó la atención que fuese un conductor tan amable con los pasajeros, avisando cada paradero, ayudando a abuelitas y cediendo el paso a otros automóviles.
Así que lo felicité, le pasé la tarjeta del blog, le hice unas fotos y las compartí en Facebook para que lo pudiera ver. Otros conductores y usuarios también aprovecharon de felicitarlo. ¡De algo que sirva tener una página web como ésta, esa es la misión! Finalmente después pudimos juntarnos a hacer la entrevista que leerán ahora.
La conversación fue realizada el día 19 marzo 2017. Inicialmente era una entrevista, pero al final se dio una larga y profunda conversación acerca de distintos temas, de la cual les iré resumiendo cada punto por temas. Fue muy entretenido lograr coordinarnos y juntarnos a hacer el 712 juntos. Como sabrán, el 712 es el recorrido más largo de Transantiago así que pudimos hablar mucho mucho. Espero que Víctor lo haya pasado muy bien.
INDICE DE ENTREVISTA
- Presentación
- ¿Cómo ingresó a trabajar como conductor de Transantiago y en qué empresas estuvo?
- ¿Ha conocido gente de otras profesiones trabajando como conductores?
- ¿Cómo es trabajar en el recorrido 712 de Transantiago?
- Relación con el público: ¿cómo tener una buena relación con los pasajeros?
- ¿Cuál es tu relación con la música y con tu pasado?
- ¿Cuál es tu relación con la actuación?
- ¿Alguna reflexión que quieras compartir acerca de la sociedad?
- Reconocimientos ciudadanos
Mi nombre es Víctor Hugo Beiza. Soy un ser humano, primero que nada, y trabajo como conductor de buses Transantiago desde hace 4 años, actualmente en STP Santiago. Acabo de cumplir 50 años e inevitablemente en esta etapa uno se pone a reflexionar acerca de lo que ha hecho con su vida.
Estoy trabajando acá por circunstancias, tengo varias áreas o cosas que me interesan en la vida pero no he podido concentrarme en una sola. En un momento de inestabilidad laboral, se dio la posibilidad de trabajar acá y con todo lo bueno y malo que tiene este trabajo, para mí ha sido una experiencia bonita.
2) ¿Cómo ingresó a trabajar como conductor de Transantiago? ¿En qué empresas estuvo?
Si hace 10 años me hubieras preguntado acerca de esto, yo no hubiese creído que estaría aquí. Empecé a ser conductor de Transantiago gracias a un gran amigo, Baldomero González, quien trabaja como conductor en Redbus.
Yo estaba pasando por un momento de inestabilidad económica y él me dijo que hiciera el curso para obtener la licencia A3. Le hice caso y me capacité en el IGT (tal como otros conductores entrevistados, caso de Rodrigo Castillo). Mi primer recorrido fue el C05 entre Francisco Bilbao y La Ermita, con los minibuses Neobus Thunder. Esos buses estaban nuevos, eran unas naves espaciales, en comparación con las liebres viejas que tuvo la empresa.
Debo decir que el curso tenía muy buenas lecciones teóricas, pero como que en la parte práctica me faltó tener más experiencia. Una de las cosas más dolorosas que he vivido fue protagonizar un accidente en la primera semana de trabajo. Gracias a Dios y a la comprensión de los pasajeros, no hubo lesionados graves ni efectos colaterales para nadie, pero yo me sentí bastante mal por lo que pudo haber pasado y no pude evitar sentirme avergonzado. Uno queda tan mal cuando se compromete a hacer las cosas bien y no resultan.
Dentro de esos días, pensé en retirarme y buscar otra cosa. Quizás sin saberlo, un jefe de Redbus me dio la confianza para seguir, me dijo que no me preocupara, me pasó otro bus y ahí estuve harto tiempo. La empresa se portó muy bien conmigo en ese aspecto. Obviamente por ese tema me pasaban solo buses chicos, pero ya cuando pasó como 1 año me tocó manejar buses más grandes.
De todos los recorridos de la Zona C, sobre todo el C01 y C05, creo que al final los hice todos salvo un par. Manejé de todo, conocí los Volvo normales (Neobus Mega) y con punta de tiburón (Neobus Mega BRT), son buses geniales especialmente en lo que es el radio de giro. Mis compañeros también me tenían mucho cariño y estima, los recuerdo harto. Estuve entre Julio 2013 y Agosto 2015. Algo gracioso es que cuando me pusieron buses más grandes, mis compañeros me leseaban y decían “ahora podrás saludar a más gente” jajaja, en buena sí.
Me fui de Redbus por problemas de salud. Los midibuses de ahí (Neobus Mega / M. Benz OH1115) tienen unos asientos de conductor muy malos. Anduve mucho tiempo en esos buses y también trabajaba harto, así que eso sobrecargó mi espalda.
Estuve un tiempo muy corto en Metbus, quería un turno part-time y aunque en el contrato decía eso, en la práctica trabajaba mucho más que en Redbus. Ahí también manejé esos buses articulados, estuve en los recorridos de Vital Apoquindo (501, 503, 504). Renuncié y destiné el resto del año a un tratamiento de kinesiología, el cual afortunadamente me dejó muy bien.
En Abril 2016 entré a trabajar en Alsacia, en el depósito de Huechuraba. Ahí hice varios recorridos y conocí los buses articulados (los Volvo B9), junto con los nuevos buses de 4 puertas (nuevo estándar). La verdad es que la empresa se portó bien conmigo. Entre las rutas que me tocó hacer está el 112 que iba desde Vespucio Norte a Puente Alto, que hoy es el 712. Me fui de Alsacia en Noviembre y acá en STP llevo alrededor de 2 meses. Me han tratado bien.
Al principio uno andaba con mucho cuidado con los buses articulados de Alsacia, yo diría que es como un midibús 1115 con cola. Para uno como conductor es motivo de cuidado el pensar que la parte de atrás puede llevar más gente que la parte de adelante. Entonces en un ambiente húmedo, de lluvia, con el pavimento recién mojado que es el momento más peligroso de la lluvia pues se forma como jaboncillo. Me costaba mucho trabajar con esos buses como en los primeros 2 viajes, después ya me acostumbré y eran como un bus más no más. Es rica la experiencia, si pudiera manejar buses articulados aquí, lo haría encantado.
3) ¿Ha conocido gente de otras profesiones trabajando como conductores de Transantiago?
Sí, mucha. Este trabajo tiene una paradoja, porque en requisitos formales hay algunas empresas que no piden más allá de 8° básico, es decir, no piden mucha formación académica. Lo que más importa es tener la licencia de conducir requerida. Sin embargo, es un trabajo mucho mejor pagado que otros.
Por ejemplo, hay ofertas laborales donde te piden manejo de idioma, conocimiento de Excel o de programas informáticos, tener certificados en distintas disciplinas, entre otras cosas y te ofrecen un sueldo de $500.000 (770 USD). Aquí piden 8° básico (o el grado que pidan) y si me esfuerzo un poco, puedo llegar a hacer hasta $800.000 (1230 USD) y más.
Por lo mismo, hay mucho profesional dando vueltas acá. Sea porque no pudo ejercer en su profesión, porque las circunstancias se le dieron así (como mi caso), hay muchas situaciones. Cada persona es todo un mundo y una historia. Yo he podido conocer ingenieros mecánicos, administradores o de carreras similares, técnicos eléctricos, entre otros.
Es una excelente fuente de trabajo para el que quiere trabajar. Eso explica la presencia de gente extranjera y que cada día crece más. Yo he visto conductores españoles, colombianos, peruanos, etc. Me parece bien que venga toda esta gente, me da gusto que Chile cada día se vuelva más cosmopolita, pero eso sí, creo que debería haber un mayor control migratorio para que las personas que vengan a Chile no vengan a puro sufrir o que no se logren insertar bien, no es la gracia que vengan buscando un futuro mejor y terminen integrándose a mafias, prostitución, delincuencia, etc.
4) ¿Cómo es trabajar en el recorrido 712 de Transantiago?
El 712 es un recorrido entretenido porque es una mezcla de todas las experiencias anteriores. Haber trabajado en el recorrido C01 es lo más parecido, solo que con pantalón largo porque este recorrido sí es muy largo. Esta vuelta en hora punta y condiciones extremas de tráfico puede variar entre 4 y 6 horas. La otra duraba como 1 hora.
Feliz manejaría un bus articulado aquí. A veces el 712 no da abasto para toda la gente que hay, especialmente en las horas punta. La demanda sobrepasa la capacidad de los buses en esas horas. Yo creo que ahí la gente debería organizarse e ir al Ministerio a pedir que pongan más buses, ampliar la flota. Eso en mi humilde opinión. Uno le pide disculpas a la gente que está esperando en el paradero, pero es verdad que ya no entra nadie más.
En este recorrido, uno pasa por distintos barrios, distintos sectores y uno puede ver que todas las personas tienen una cosa muy rara y divertida: las personas se comportan de una manera según dónde están (y no de dónde son). No es tan así ahora, pero por ejemplo. En los años 80, cuando yo era adolescente, pasaba que una persona podía fumar y después tirar la colilla al suelo en alguna comuna como Conchalí, pero no hacía lo mismo en Providencia porque no era socialmente aceptado. Como nadie lo hacía, a la persona le daba vergüenza. Acá es igual.
Es una vergüenza mal entendida, porque uno debería tener vergüenza de otras cosas. Subir sin pagar el pasaje, por ejemplo. Es algo que me molesta, porque en el fondo está poniendo en riesgo mi fuente de trabajo y de mucha gente. Independientemente de origen de los recursos o el financiamiento, el transporte público no le pertenece al Estado. El transporte público, tal como dice su nombre, le pertenece a quienes lo usan. No conozco ricos que anden en buses, así que todo lo que sea perjudicar al transporte público es un perjuicio que se hace a la gente que lo ocupa.
El público es muy variado: gente muy sencilla, de pueblo; hasta ejecutivos y lo que vulgarmente le llaman cuicos. O sea, literalmente, desde un cuico hasta un campesino pueden coincidir en la 712. Me entretiene el hecho de que atraviesa toda la ciudad, cumple un rol social importante al servir como punto de encuentro (si es que la gente quiere encontrarse, claro). Aparte de que recorro mis barrios de infancia acá en Recoleta.
La relación con el público aquí ha sido entre buena y excelente, si me pongo a pensar en el promedio. A la gente le sigue gustando que la traten bien, con cariño. Yo he dicho que el día en que yo vea que a la gente le da lo mismo o que no le gusta que uno sea amable, ese día me bajo de la micro.
Acá en STP, trabajo en el Terminal Reina de Chile y acá solo hacemos el servicio 712. El otro terminal donde llegamos, Los Tilos, hace el 712 y recorridos locales como el F01, F01c, F17 y F24, aunque de esos yo no hago ninguno. Siempre solo el 712.
5) Relación con el público, ¿cómo tener una buena relación con los pasajeros?
Partamos de la base de que no debería ser noticia el que uno trate bien a los pasajeros, lo que debería ser normal es que todos nos tratemos bien y tengamos un trato cordial, no debería ser la excepción. Una de las razones por las cuales trabajo en esto no es solo por el ingreso o por necesidad.
Me motiva el poder aportar a los demás, sobretodo en un contexto como el que vivimos: una realidad empobrecida en valores, lo que es el respeto y la amabilidad. Nuestro pueblo o nuestra gente ha perdido 3 cosas básicas: saludar aunque no conozca al otro, pedir las cosas “por favor” y dar las gracias.
El trato con el público en mi caso siempre ha sido cordial: saludo a todos los pasajeros, anuncio los paraderos más importantes, ayudo a las personas que tienen problemas de movilidad, cedo el paso en las vías y trato de ser respetuoso con los demás conductores, traigo una radio y tengo compilaciones de canciones para amenizar el viaje (por ejemplo, en el viaje sonaron partes de Meco y la versión funk de Star Wars), a veces salgo con rancheras y voy variando el repertorio.
Hay que entender dos cosas. Las personas actúan desde dos grandes sentimientos: el amor y el miedo. Cuando las personas se muestran agresivas, en el fondo, es que tienen miedo, llenas de temor o desesperanza. Trato de pensar y visualizar a esas personas como niños que arrastran heridas, dolores y no saben expresarse de otra forma.
Una de las experiencias más fuertes que tuve fue en el 101 de Alsacia. Subió un joven que venía con drogas y una parada prepotente. Evadió y yo lo saludé como a todos. Se paró y me preguntó qué le había dicho. “Buenas noches joven, eso es lo que le dije. Si se enoja por eso, tiene que estar muy mal“. Quedó en shock, como que no se lo esperó. Miré su cara y sus ojos transmitían tanta pena, le di un abrazo. “Se puede nacer en la basura pero eso no determina nuestro propósito ni destino. Nacer en la mierda no significa convertirse en mierda, a menos que uno elija el mal camino y ser más de lo mismo.” le dije, fue como abrazar a un niño.
Veo a las personas como gotas de agua. Hay un japonés llamado Masaru Emoto, él plantea que el agua cambia (en sus moléculas) con la influencia de las palabras que uno le diga. Los seres humanos estamos hechos de agua, así que pienso que mis acciones y buenas vibras se las puedo transmitir, algo les quedará. Lo ideal sería que después se diera el efecto mariposa, que una acción positiva de uno a otro lleve a ese otro a ayudar a otro, y así se genere una cadena de acciones positivas. Me levanto día a día pensando en que mi trabajo sirva para eso. Eso me motiva mucho.
La otra cosa que uno debe entender es que están las personas y los roles, son cosas separadas. Cuando alguien me putea por el timbre, que ocurre, uno a veces también se enoja. Ahí me digo que debo tener paciencia y pensar que no es algo personal, no le reclaman a la persona que soy yo, le reclaman a mi rol de conductor. Para ellos, no soy Víctor Beiza, soy el conductor de micro que no le está parando en el paradero. Eso alivia harto la tensión, yo lo entiendo muy bien por el tema de la actuación. Ahí eres un personaje, no eres tú. Esto es lo mismo.
Personalmente no me creo el mejor, hay varios compañeros míos que son mucho mejores, pero trato de dar lo mejor de mí día a día como otros muchos anónimos. Así deberíamos tratarnos entre todos, bien, como corresponde. Recuerdo que el primer día de trabajo, un colega que llevaba años trabajando en micros me dijo: “no vas a durar, porque eres muy educado y bueno con la gente“. Yo respondí que si se hacían las cosas bien desde el principio, no tendrían porqué salir mal y sigo en esto.
6) ¿Cuál es tu relación con la música y con tu pasado?
Lo que me apasiona mucho es la música. Yo no conocía mucho de mi papá (Hugo Beiza) pero cuando era más joven, ya sabía que esto me gustaba. Tenía 13 años y me presenté a un casting relativamente importante. Pese a que yo no creía que era tan bueno, los productores (Luis Urquidi y Daniel Lencina) me miraron y quedé. ¡Eso era para el Semillero de Artistas!
En mi casa, mis abuelos (quienes me criaron) cerraron la puerta y no me dejaron hacerlo. Ya habían perdido a mi papá Hugo y también a otro de sus hermanos, Sergio. No los culpo, no creo que lo hayan hecho con mala intención, pero me faltó algo de rebeldía. Hay gente que tiene estos talentos, actores y cantantes, artistas, que dicen que van a hacer “A” pero igual se salen con la suya y hacen “B”. Me faltó eso, haberme atrevido cuando era más joven.
La realidad es que estudié en un liceo técnico industrial, durante la mañana era enseñanza científico humanista y durante la tarde era enseñanza técnica, todo muy riguroso. Ahí aprendí a ser técnico industrial en electromecánica. La verdad es que no me gustaba mucho, pero aprendí harto y todo eso me sirvió después.
Laboralmente me fue bien. Empecé como Junior en Intervideo donde daba soporte a todo lo que se importaba y que se usaba para productoras o canales de TV. Después pasé a Samsung y ahí escalé hasta ser Responsable Nacional del Servicio Técnico (1992), en tiempos donde el servicio técnico era un área clave dentro de este tipo de empresas. Sin embargo, una de las cosas que más recuerdo de esa época fue una fiesta de empresa. Uno de mis jefes sabía de mis pasiones musicales así que me dijo que me presentara en la fiesta con un número musical, fue espectacular, salió todo muy bonito. En paralelo, era bajista de un grupo llamado Seducción donde hacíamos covers. ¡Nos teloneó Missie Bambú (que después fue Bambú y donde participaba Quique Neira)!
Hubo una época media oscura en mi vida. Perdí un matrimonio, 2 grupos de música, 3 emprendimientos para hacer servicio técnico, muchos trabajos y empleos además de que se deterioró mi salud. Fue duro, aunque no me arrepiento para nada. Al estar solo pude reconectarme con Dios, conmigo y con mi vocación. Habiendo perdido casi toda autoestima y reconocimiento, pude volver a conocerme, reconocerme, asumirme y superarme.
Entre muchas cosas, me di el trabajo de investigar más acerca de lo que había hecho mi papá, hice el sitio web oficial (www.hugobeiza.cl) y me convertí en el representante de sus derechos ante la SCD, además de recopilar sus canciones. Fue un trabajo arduo y muy bonito en el que también me fui conociendo, me fui entendiendo. Hice algunas composiciones, compré instrumentos y todo lo que aprendí de electricidad, electrónica, etc, lo fui aplicando a la música. ¡Me tomó alrededor de 20 años! Gracias a mi compañera de vida que me aguanta pude terminar el sitio web en 2012. (Arriba, un medley de canciones de Hugo Beiza hecho por su hijo, Víctor Beiza).
Dentro de una “locura”, estuve un verano entero en Pichidangui en 2001. Ahí tocaba el piano y cantaba en una discoteca que había. ¡Lo pasé muy bien! Me encantaba. Ahí recibí una de las felicitaciones más sinceras y raras jajaja. Una noche yo estaba ahí, en el piano y cantando, y había un borracho porfiado que me hacía el ademán de desprecio con cada canción.
Después de terminar el show, que era como una previa, porque yo tocaba entre las 22:00 y 23:30 horas, antes del carrete, fui a verlo para que me explicara. Me decía “eres un mentiroso, tienes todo grabado y mueves la boca como si estuvieras cantando de verdad, pero es mentira“. Me reí mucho, fue rico saber que de verdad cantaba bien y podía tocar bien el piano, aunque no le iba a explicar al borracho que estaba haciéndolo todo en vivo jajajaja.
Pese a que me encanta la música, si es que ella fuera una mujer, como que ha sido un poco arisca conmigo. Lo que reconozco que me faltó fue empezar a hacer más temas propios, porque hice mucho cover. Espero algún día poder dedicarme a eso.
Es entretenido participar de estas cosas. Imaginemos que tú y yo estamos grabando una escena donde estamos peleando. Nos sacamos la madre y el director dice “corte”. ¿Seguimos peleando? No, porque una cosa es el actor y otra es el personaje. Ahora, creo que es como cualquier otro trabajo, no es fácil y exige harto compromiso.
He sido actor de extra en varias cosas, además de que he hecho algunos diálogos pequeños. También participé como protagonista en un cortometraje de ESPN (El Utilero). Llegué a esto también por temas de trabajo pero de una forma impensada. Hice un casting para una agencia que pedía gente en el diario, fui pero no me llamaron. Me llamaron como al año siguiente de la misma agencia, yo pensé que me estaban tomando el pelo pero no, así que ahí me tocó hacer de extra en varias cosas.
Participé de extra en varias teleseries de TVN, Mega, Canal 13, CHV. Lo más bonito me pasó en Charly Tango. La teleserie no venía bien en temas de audiencia, ahí hacía de extra como mecánico de los aviones. Herval Abreu, que era del equipo de Machos y otras series más, se fijó en mí y pude hacer de bandejero diciendo unos textos con Diego Muñoz y Felipe Braun.
En 2008, Sidarte (el sindicato de actores) y la SCD hicieron una colecta para la Fundación Incancer. Como voluntario de la SCD (pues tengo la representación de Hugo Beiza) conocí a Víctor Hugo Ogaz, un actorazo. Él me llevó con la gente de Sidarte. Yo no sabía para qué era, pero después de ver algunos de mis trabajos, me consultaron si es que había estudiado actuación en alguna parte y lo que había hecho antes. Nunca tuve estudios formales en esto, ya sabes, pero ellos me hicieron unas fotos, ordenaron mis trabajos y me dieron la categoría de Actor autodidacta. ¡Qué más lindo que ellos mismos me validaran!
(Pueden ver algunos trabajos de Víctor en esta área dentro de una lista de reproducción en Youtube).
8) ¿Alguna reflexión que quiera compartir antes de cerrar la entrevista?
Bueno, creo que la sociedad necesita un cambio. La falta de conciencia y de amor entre las personas se manifiesta en nuestra conducta, además del estado de los tiempos, espacios, lugares y las actividades que creamos. Nos falta conciencia para saber cuán valiosos somos todos nosotros., para dejar de creer, comprar y consumir el mal eligiendo basura o mentiras.
Nos falta amor para poder actuar siempre de forma amorosa, y no de manera odiosa. Solo con amor podremos apagar los incendios de la violencia, la agresividad, el individualismo, la indiferencia, la envidia y el resentimiento. Nos falta amor para reírnos con el otro y no del otro, además de comprender que no todo se consigue de forma cómoda, además de derechos tenemos que cumplir deberes.
Como te decía antes, nuestros deberes básicos son: saludarnos, oírnos, ayudarnos, tener consideración los unos con los otros y eso se manifiesta desarrollando y mostrando más interés por nuestro mundo interior, pero también por la vida misma y las personas que nos rodean.
Eso es educarse a uno mismo, informarse, leer, investigar, estudiar, votar, ver y oír concientemente. Hoy creemos que somos libres o que hoy estamos mejor que ayer, pero es mentira. Creemos que tenemos más diversidad, que tenemos una gran democracia y que en las casas tenemos banda ancha, pero es mentira. En realidad, estamos divididos, hay corrupción y nuestra banda es angosta.
¿Cómo habrá sociedad si no hay familia? ¿Cómo habrá familia si el hombre y la mujer trabajan y ni aún así les alcanza? ¿Quién termina criando a los hijos? Hace 2000 años un hombre dió su vida por nosotros en una cruz porque no sabíamos lo que hacíamos. El cordero vuelve como León y ya no nos justificará por eso. Seamos grandes de corazón antes que grandes de boca, de músculos, de billetera, de armas y todo aquello que se convertirá en polvo. Si renunciamos a nuestro deber de respetar, también renunciamos a nuestro derecho a ser respetados.
Por otro lado. Gracias por todo desde ya y doy por hecho que tu trabajo no será un homenaje al ego si no que un homenaje al trabajo de quienes se rompen el lomo toda su vida para hacer bien las cosas contra viento y marea aportando a esta nación con su silencioso ejemplo.
Ellos son quienes deben figurar y no uno. Yo soy uno de los tantos “héroes” anónimos que hay en este lugar, y tampoco es que sea el mejor. Por favor, ten esto muy presente por amor y respeto a tantos héroes anónimos. ¡Ojalá que todo esto sirva para que la sociedad empiece a moverse, a pensar de forma diferente y a que nos tratemos con más amor!
Esta sección es y no es parte de la entrevista. Me pareció interesante reunir en un solo lugar los reconocimientos ciudadanos que se le han hecho a Víctor. Como bien él dice, hay muchos conductores que día a día se levantan pensando en manejar un vehículo de forma responsable y atender bien a los pasajeros. Que esto sirva de homenaje a ellos también.
Él no sabe que hice esta sección, pero más allá de resaltar su figura, lo importante es el mensaje. Ser amable con los demás, SÍ logra hacer que los demás reaccionen y sean más felices. SÍ ayuda a que tengamos una sociedad mejor.
COMENTARIOS FINALES
Me siento feliz de tener el blog, para cosas como éstas vale la pena tener un sitio web y sacarse la mugre por mantenerlo. Porque cuando toca el momento de reconocer a alguien, no queda ahí, ¡de verdad puedo hacer algo que trasciende! Y es mi regalo, que todos puedan conocer la historia de Víctor y se reconozca también a los miles de ciudadanos (no solo del transporte público) que se esfuerzan día a día por hacer bien su trabajo, por ser amable con los demás y ser amorosos con todos.
Espero que hayan disfrutado de la entrevista, quedaron varias cosas afuera. Piensen que estuvimos hablando como unas 6 – 7 horas, más las rectificaciones de correos y más. De todo corazón, espero que haya salido todo bien y que Víctor también se sienta bien con lo que se publicó. Por ahora, Víctor tiene algunos problemas de salud así que esperemos que se recupere pronto y pueda seguir brindándole alegría a los pasajeros. ¡Un abrazo gigante!
Ariel Cruz Pizarro / Administracionytransportes.cl
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“Confia en Jehová, y haz el bien; y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, y confía en Él; y Él hará. Exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía” Salmos 37:3-6