Generalmente yo publico acá reportajes largos o cosas bien estructuradas, con un formato establecido, pero de vez en cuando hay que hacer excepciones. Aclaro que les estoy preparando material, todavía tengo en proceso la entrevista al escritor y profesor Alonso Garay (actualmente solo en video) y la entrevista a Sebastián Astete, conductor de Redbus, junto con harto material adicional que hice en San Carlos de Apoquindo.
Disfruten, rían como niños y siéntanse dentro de la micro…
ME ENCONTRÉ CON UN AMIGO EN EL CAIO MILLENIUM Y SU HISTORIA
La historia parte más o menos así…
Estoy en un voluntariado y algunas veces atiendo el módulo de biblioteca que tiene LibroAmigo en el Hospital San Juan de Dios, esto es cerca de Quinta Normal. Es una labor bonita aunque no va mucha gente. LibroAmigo presta libros a toda la comunidad del hospital, sean pacientes, trabajadores, familiares de los pacientes, etc, etc. Paso el dato, necesitan voluntarios para marzo y el resto del año.
Ya, yo había terminado mi turno en la biblioteca, aproveché de enchufarle el Corte de Cinta a una señora para que lo leyera (ups, placeres culpables dicen por ahí). En mis divagaciones, recordé que me cuesta ver más seguido a mis amigos de las micros y mis entrevistados, como siempre me voy proponiendo entrevistas nuevas… me cuesta retomar o ver de nuevo a la gente, tengo que ver cómo resuelvo eso en el futuro.
Me fui del hospital, estaba caminando y tenía pensado llamar a Simón Castillo de Micrópolis, había quedado de llamarlo como a las 01:00 de la tarde para comprarle el libro. Aprovecho de enviarle un saludo a todo el equipo y desearles éxito en su presentación en Viña del Mar (lunes 22, Feria del Libro de Viña). Ya, estaba en eso cuando veo la leyenda, el Caio Millenium de Redbus.
¡Chan! ¡Chan! Me alejé un poco para tomarle una foto en el paradero y después me pregunté si es que estaba mi amigo Pablo Allilef al volante. Y claro, cuando le hice la entrevista teníamos pensado andar en este bus, hacerle una sesión de fotos, grabarlo y hacer un especial. Pero, el destino quiso otra cosa y salimos en un minibús, no vimos el bus en todo el día.
Y sí, estaba… ¡estaba Pablo al volante! Fue muy divertido vernos y saludarnos. Ahí le mandé un mensaje a Simón, mensaje que no me figura que le llegó, pero le decía que tenía un “imprevisto” y como a las 03:00 de la tarde podría comprarle el libro. Me subí al bus y nos pusimos a hablar de la vida, de todo el tiempo en que no nos veíamos.
Recomiendo encarecidamente que lean la entrevista de Pablo. Resumiéndola, Pablo es una persona que siguió su sueño con perseverancia y se convirtió en conductor de micros. Mejor aún, conociendo la historia legendaria de este Caio Millenium, le agarró cariño y es uno de los conductores que lo saca a trabajar a menudo. El blog tiene una ficha escondida de este bus.
Algo gracioso es que el bus no es muy querido por los conductores porque es mañoso, pero con Pablo, el bus se da y todo funciona de maravillas. La máquina tiene el apodo de “Wanderito” o el “Wanderers” por su patente SW6460, vieron que las iniciales del club porteño Santiago Wanderers son SW.
Llegamos a El Cortijo, lugar donde empiezan los servicios locales B04, B04v y el B26 que opera Redbus. Justo Pablo cerraba su turno y su compañero tomaría el bus para salir al tiro. En menos de 5 minutos le tomé las fotos que quedaron pendientes de ese día de la entrevista, y también le hice una mini sesión de fotos al bus.
Ahora… ¿por qué no dejé pasar esta oportunidad y por qué lo publico? Porque así era yo cuando chico, yo veía un bus que me llamaba la atención y lo esperaba, me subía y le tomaba sus fotos. De alguna manera siento que buena parte de mis lectores son así también. Esta vez tuve la suerte de que no lo esperé, llegó caído del cielo y para mejor, venía con un gran amigo arriba en el volante. Aparte de que tenía tiempo 🙂
Pillar este bus es algo complicado. Si Pablo lo trabaja, generalmente anda en el B04, B04v o el B26 (se tiene que seguir por la aplicación de Redbip o m.ibus.cl) y a veces lo cambian a otro servicio cuando está en El Cortijo. A veces, este bus es sacado de El Cortijo y lo mandan a parchar a otros terminales donde hace cualquier otro recorrido o se pierde, se pierde porque lo dejan tirado al ser un bus mañoso y queda en taller.
El bus tiene varias cosas que lo hacen ser especial (o ezpecial, para quienes no lo quieren mucho). Una de esas cosas ñoñas por las que me puedo sentir halagado u orgulloso es que es el único bus que tiene una foto mía adentro y debe ser casi el único bus que tiene una foto de sí mismo adentro jajajaja. Toda una curiosidad urbana.
¡Sí! Esa foto la pegó Pablo. La empresa Redbus usó esa foto en una publicación interna de la empresa (hasta con la firma jajaja). Pablo la vio, la recortó y la pegó en ese estuche que tiene el bus. ¡Todo un honor! Mucho tiempo después pudimos conocernos, hicimos la entrevista y por fin pude volver a ver esta unidad. Pablo me contaba que los conductores de El Cortijo también leyeron la entrevista, la compartieron y les gustó. Les mando un gran saludo.
Ya con su colega arriba del bus, le pedí a Pablo que me tomara una foto con el legendario Caio Millenium antes de que se fuera a casa. La foto quedó muy linda, una postal inmortal. Me subí al bus y me devolví a Quinta Normal con el otro conductor.
¿Creen que la historia terminó aquí? Ya saben… ¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOO!!!
Conversé con Alexander García (el colega, así se llama), le pregunté si no le molestaba que grabara el interior del bus y cómo andaba, me dijo que no había problema… y bueh, nació Chocapic. El video que ven arriba es el bus retrocediendo y comenzando a hacer el servicio B26. Como conozco el recorrido, sabía que podía grabar un poco del bus antes del primer paradero.
En el camino, le conté a Alexander la historia del bus que estaba manejando. Él lleva 5 meses en Redbus, es casi nuevo. Es la misma historia que le contaré a ustedes. Esta micro es legendaria porque es única en Chile. No hay otro Caio Millenium II (ese modelo y generación es) en Chile, simplemente no hay. La otra unidad de Subus es Caio Millenium III, la generación siguiente.
— Aquí pondré fotos que no son de hoy —
El bus llegó como prototipo para el inicio del Transantiago, es como de la misma época del Metalpar Tronador grande que tuvo Unitran y ahora anda en Vule. Probablemente llegó un poco después que el Busscar Urbanuss Pluss y el Marcopolo Viale de la 668. Ambos buses fueron los primeros buses grandes de piso bajo en Santiago, las primeras unidades de chasis Mercedes Benz O500U.
El bus estuvo harto tiempo sin comprador. La crisis de los primeros días de Transantiago obligó a Redbus a comprar buses más grandes. El tema es que necesitaba “buses ahora ya” porque no podía dar abasto con los minibuses que tenía. Así fue que salió a comprar buses en stock. Esas fueron las unidades 207 (el primer Neobus Mega / M. Benz OH1115 LSB que tuvieron, venía pintado de morado para STP), 209 (Mascarello Gran Via / M. Benz O500U) y 210 que es este Caio Millenium.
El bus 210 fue un mito urbano, sobre todo para los aficionados a los buses que recién veíamos crecer a los fotologs, foros y páginas web con galerías de fotos. Anduvo primero en el servicio C06 y para muchos era el bus más bonito de Transantiago en ese tiempo (2007). El bus se distinguía de los demás porque tenía más asientos, tenía acabados más elegantes y todos los asientos eran acolchados, el tapiz de ellos era de género.
En comodidad, este bus superó por mucho a todos los demás buses de su generación. También es el primer Mercedes Benz O500U en ser incorporado a Transantiago (descontando los otros 2 buses ex-amarillos), esto porque fue inscrito antes que el bus Mascarello y llegó antes que los buses Caio Mondego H que tiene Metbus. El bus fue inscrito el 04 de mayo de 2007.
Durante algunos años, este bus fue la estrella de Redbus junto con la unidad 209. Eran los únicos buses grandes que tenía Redbus así que lo trabajaban los mejores conductores y tener una foto de ellos era una hazaña. Ahí anduvo en el exigente recorrido C14, subiendo todos los días hacia Los Trapenses. Antes y después también trabajó en los demandados recorridos C11 y C15 que iban al Parque Arauco y Alto Las Condes. Siempre haciendo servicios “vip“.
El bus perdió protagonismo con la llegada de los Neobus Mega / Volvo B7R LE, pero eso fue recién en 2010. Los nuevos buses lo opacaron aunque siguió trabajando en la zona oriente. Se quedó en el C11, C15, C20 y también lo vi hacer el C03 y C16. Con los cambios de contrato en 2012, fue pintado de rojo y siguió trabajando en esos recorridos por un tiempo.
No sé la fecha, pero entre 2013 y 2014 fue movido a los recorridos de Zona B. Le sacaron los acolchados de los asientos y fue dando bote entre varios recorridos. De algún modo, dejó de ser la niña bonita de Redbus y lo tenían como patito feo. Pablo se encariñó con el bus -conociendo toda esa historia previa- y empezó a sacarlo más seguido, a conocerle las mañas y dejarlo bonito. Eso último ya lo pueden retomar en la entrevista.
El bus es un fénix que surgió de las cenizas. Estuvo 2 meses en el taller por reparaciones profundas. Se hablaba de que podía estar dado de baja, pero no, salió vivo. El día 18 de enero empezó a trabajar de nuevo, a Pablo le decían que “el bus estaba penando” jajaja. Y el día 19 nos encontramos, mero milagro.
Mientras le contaba toda esta historia a Alexander y también conversábamos de otras cosas, hice algunos videos haciendo el recorrido. Había poca gente y toda la gente que subió era amable, me tocó ayudar a algunos moviendo el torniquete después de que pagaran (¡qué molestia son esos torniquetes!).
Se subió un cantante callejero e hizo covers de Pedro Fernández. La verdad, cantaba muy muy bien. Parte de la idea de grabar era tener un registro para mi mamá y para que ojalá le vaya bien a ese cantante, tiene harto talento aunque no grabé extractos largos para no tener problemas con el copyright en Youtube.
En Quinta Normal, subió Hans que es otro amigo del transporte y me bajé yo. Hice una foto del bus, ahí ven a Alexander saludando a la cámara. Le dije que me iba a mover hasta un punto, que por favor me esperara si es que la luz roja no era suficiente.
Corrí por la calzada hasta quedar en un buen punto para grabar y voilá…
Sí, hice la foto y también grabé el bus por fuera. ¡Dos por uno! Logré documentar y grabar este bus único… y me saqué una espinita. Le tengo varias fotos, ¡pero me van a creer que nunca me había subido en servicio! Nunca había escuchado cómo sonaba jajajaja. Siempre que me subí estaba parado en el terminal.
Lamentablemente no logré tener los mismos registros del bus 209, el bus Mascarello aparentemente está dado de baja y morirá ahí. Es una pena.
Me junté con Simón, le compré el libro, bajé al metro y hasta me di el placer de tomar una foto en Quinta Normal. Estaba el tren NS93 2069. ¿Lo recuerdan? Es el mismo que chocó contra un edificio en Lo Ovalle jajaja. Siempre pienso que la gente ignora muchas de esas historias con los medios de transportes. Es divertido poder contarlas y reírse un rato con lo que se teje en la ciudad.
Salí del hospital y volví con fotos, videos y otro par de amigos. ¡Qué me decís! Agradecer tanto la buena onda de Pablo como de Alexander, ojalá que lo hayan pasado bien en su turno.
Bonus Track: La foto legendaria que pegó Pablo en el bus
Bueno, creo que esta historia la conté cuando publiqué mi visita al Terminal El Salto. El Salto es la casa matriz de Redbus, ahí guardan muchos buses y funciona toda el área administrativa de la empresa. La primera visita la hice en 2009 y fue muy divertido cómo se dio.
Creo que habíamos ido un jueves o un viernes a Ciudad Empresarial. Fui con Franco Ferrari, otro de mis amigos de esto. Hablamos en portería, le explicamos a la persona que queríamos tomar fotos de los buses (especialmente del 209 y 210) y nos dijo que no podía ser ese día, pero que podía anotarnos y el domingo podríamos entrar. Sin mucha fe, dimos nuestros datos y nos fuimos… él a su casa y yo a Puente Alto, fue el medio pique por nada. ¡3 horas me demoré en llegar a mi casa!
El domingo volvimos con esa promesa bajo el brazo, aunque pensando en que quizás no nos dejarían entrar. Pero no, fue todo lo contrario. Nos dejaron pasar, pudimos hablar con un par de personas en el terminal y tomamos fotos de todos los buses que quisimos (era como estar en una juguetería). Así, jugando, busqué un letrero del C02 y se lo puse al bus. Esas fotos están en la visita de El Salto, las pueden ver cuando quieran y es parte de lo bonito que es tener este blog, poder compartir ese material con ustedes.
El bus estaba abierto, tomamos fotos del interior, nos tomamos fotos en el bus, fue muy bonito. Ahí tenía 17 años. Ahora que pude volver a estar dentro del bus tengo 25 años, pero la pasión es la misma y la alegría también. No sé si podríamos volver a entrar a El Salto de ese modo, fue algo muy puntual, pero siempre le agradezco a Dios porque me abre puertas y me deja hacer esto que tanto me gusta.
Ojalá les haya gustado la anécdota y toda la historia que surgió de una simple micro en un paradero pillada de improviso.
Ariel Cruz Pizarro
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“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis, llamad, y se os abrirá” Mateo 7:7