Este es el último día de la bitácora de Isla de Pascua, con esto y un especial de transportes que debería salir en marzo concluye este emocionante Cuaderno de Viaje. Este día es bien especial, pues hay mucho material en fotos y porque finaliza con una alerta de tsunami, eso no le pasa a cualquiera jajajaja.
Día 06: Jardín Botánico / Cuevas volcánicas / Alerta de tsunami
Advierto que son muchas fotos, pero lo pasarán increíble. En la mañana, después de una rápida llamada hecha por Bárbara del hostal, una persona me fue a buscar una camioneta para visitar el Jardín Botánico Tau Kiani. Esta es una iniciativa privada que ha dado muchos frutos, flores y árboles de todo tipo.
La historia de este lugar se remonta a la persona de quien les hablaba, Juan Carlos Poblete, quien además de hacer una revista llamada O Te Nua, quiso cumplir uno de sus sueños y tener su propio jardín botánico en la isla. Desde el año 2009 comenzaron a construirlo tratando de reproducir la flora nativa de Polinesia y tener otras especies.
No tengo fotos, pero él tiene también unas fotos donde muestra el proceso de construcción del jardín… que fue todo un parto, realmente hay que sacarse el sombrero con él y con su familia.
Hay mucho material para mostrarles, pero les hice una selección de aquello que más me llamó la atención. El primer collage tiene varias flores de las cuales ignoro el nombre y esta foto de arriba tiene una de las plataneras típicas de Isla de Pascua. La variedad de plátano o banana de la isla es más pequeña que la que conocemos en el continente, suele tener un sabor más dulce y la cáscara es un poco más verde (acá está madurando).
El lugar es fascinante, yo pensaba que sería un jardín chico y que se recorrería muy rápido, pero hay senderos, puentes de madera y montones de plantas, con muestras muy diferentes de lo que se ve en los jardínes de Chile continental. Yo reconozco que me gusta ver árboles, flores y todas esas cosas pero no soy tan versado en los nombres, especies y asuntos botánicos. A mí me pareció fascinante, una joya escondida de la isla porque no todos la conocen.
Este jardín tiene otra característica especial. La isla tiene problemas de deforestación, no voy a entrar en detalles porque hay varias teorías, pero el hecho de que exista este jardín y albergue tanta vida da una esperanza, ¡se puede aspirar a tener una isla con flora autóctona! Existen proyectos de forestación de la isla, ojalá en un futuro podamos ver la isla con hartos árboles.
El jardín también tiene varias zonas ornamentales con moais y otras cosas para disfrutar.
En la foto que inicia este artículo aparezco yo con este moai. Por esas cosas de la vida me faltaba tener una foto “ganadora” con un moai así que aproveché el que estaba en el jardín jajaja.
Esto es el arbusto toromiro (Sophora toromiro), este pequeño es autóctono de Isla de Pascua y estuvo EXTINTO. El toromiro es parte importante de la isla porque se usaba como combustible y como material para tablillas, junto con otros objetos rituales.
Antes de desaparecer de la isla, el toromiro logró conservarse en el Jardín Botánico de Viña del Mar y hay otro en Suecia (Gotemburgo o Göteborg). Se hizo un programa de reintroducción del toromiro en un vivero de CONAF, y unos meses antes de mi visita, el Jardín Botánico Tau Kiani recibió unos toromiro pequeños.
Esta es otra muestra de las flores que vi. De ellas, solo sé el nombre de las flores de abajo: se ven unas camelias rosadas y unas calas de color blanco con naranja. Esas flores naranja de arriba son bien bonitas y aparecen en varias pircas de la isla.
El jardín también ofrece la posibilidad de ver algunos animales. En concreto, esta abeja estaba libando el néctar de una de las muchas flores del jardín (ojo, yo les he ido mostrando flores y árboles, pero es NADA en comparación con lo que hay. Yo habré fotografiado un 30% – 40% de las cosas… hay mucho para ver, muchísimo).
En un pequeño estanque de agua también estaba esta tierna tortuga.
Una de las flores que más me llamó la atención fue la copa de oro (solandra maxima), también se le dice planta trompeta. Esta flor está dentro de un árbol alto, en la copa del mismo. Eso sí, ni se les ocurra tomar un brebaje de esta flor porque es extremadamente alucinógena.
En otras flores que me llamaron la atención, se encuentran las coronas del inca (Euphorbia pulcherrima), también se les llama flor de navidad.
Estas flores rojas también son corona del inca, pero acá está mucho más desarrollada. En Chile continental, se encuentra introducida y florece en la zona norte de Chile (entre Antofagasta y Coquimbo). Puede llegar a los 5 metros de altura.
Estas flores también son muy hermosas 🙂
En foto arriba, pueden ver el mahute. Con este arbusto, los rapanui obtenían fibra y podían hacer vestimentas. Incluso se pueden hacer carteras y otros elementos. En la Fiesta Tapati, una de las competencias consiste en convertirlo en tela.
¡Miren esta hermosura! ¿Cómo no va a ser bonito visitar el jardín si tiene estos bonitos detalles?
Incluso este moai tiene petroglifos en la espalda, ¡se nota un cuidado de los detalles!
Me sorprendió ver cactáceas considerando que en la isla llueve mucho en ocasiones.
Otra planta que me llamó la atención fue el papiro, a partir de la cual se fabricaron fibras que dieron origen al papel. Al verlo, me sentí trasladado en el tiempo a esas clases en que uno leía sobre Egipto y China (aunque China no lo pasan en la educación chilena, eso lo vi por mi cuenta jijiji).
Cabe destacar que los senderos, además de estar muy bonitos y llenos de montones de hermosas plantas, también están adaptados para personas con movilidad reducida (sillas de ruedas).
En el lugar, los chicos del colegio dejan algunas de las artesanías en madera que hacen para que puedan ser vendidas a turistas. También hay artesanías con conchas marinas, corales y cosas así.
La visita al jardín tenía un costo de $3.000 CLP (5 USD) e incluye el traslado ida/vuelta. El Suzuki APV del jardín se ve impecable, me gustó mucho el diseño que le hicieron. Uno tiene que llamar a Juan Carlos no más, llegar por cuenta propia puede ser más complejo porque está algo retirado de Hanga Roa. En el jardín también es posible ver el reciclaje y cómo a partir de los desechos, se fueron creando parte de las ornamentaciones.
El Jardín Botánico Tau Kiani fue una de esas gratas sorpresas del viaje. Me dediqué un tiempo a almorzar, escribir en el cibercafé que estaba todo bien por mi lado y seguí mi aventura… ¡esta vez nos vamos a las cuevas volcánicas!
Esta salida inicialmente quería hacerla en tour, pero no había mucha demanda y no se pudo hacer de esa manera. Por lo cual, Jimena (dueña del hostal) me indicó en un mapa cómo debería hacer el trayecto para conocer las cuevas sin pasarme, con puntos de referencia para ubicar cada una. Bárbara, del hostal, también me dio una versión congruente y me conseguí las referencias de otros turistas. ¡Gracias a todos ellos no me pasé! 🙂
Desde Hanga Roa tomé un taxi hasta Ahu Akivi, que es donde comienza un camino de ripio malísimo… que hice a pie. El taxista, por supuesto, era santiaguino jajaja.
Esta parte de las cuevas volcánicas las conté con mucho detalle, esmero y paciencia en un artículo especial. Acá pondré una visión más panorámica, tratando de comentar algunas emociones. Los datos duros (precios, mapas, kilometros, fotos del camino, fotos del interior de las cuevas, puntos de referencia y otros) tendrán que verlos en el especial porque fue una de las primeras cosas que escribí… la emoción, ya saben jajaja.
En fin, la primera cueva que visité es la llamada “Cueva de los Plátanos” porque hay varias plataneras en el lugar donde inicia la cueva. Es una de las cuevas más grandes, todas ellas son túneles antiguos de lava volcánica. Para visitarlas, es necesario llevar una linterna.
La cueva recibe el nombre original de Ana Te Pahu, existe un estacionamiento pequeño. Uno tiene que bajar unas escaleras y de ahí recién puede internarse a la cueva. Reconozco que puede ser complicado para personas mayores, pues no hay barandas.
Esto es una parte de la cueva, pues es mucho más larga y sigue después de que se pierde la vista en la foto. Tiene bastante altura así que no es mucho problema caminar en ella. En mi caso, afortunadamente pude recorrerla solo así que aprovechaba de pensar en mis cosas, recordar parte de la infancia y juegos varios jajaja.
Una vez que terminé de atravesar la cueva completa de punta a punta, volví al camino para seguir hasta la otra cueva que me interesaba. El camino tenía guayaberas en los costados y a veces aparecían algunos animales.
En predios adyacentes había vacas y toros…
Y en ocasiones uno caminaba al lado de los caballos, realmente es muy bonito 🙂
La otra cueva que me interesaba conocer era la “Cueva de las 2 Ventanas” o Ana Kakenga. Llegar no es difícil, aunque es fácil pasarse porque no hay letreros. El punto de referencia que recuerdo es que está frente a un islote, si el islote quedó atrás significa que te pasaste jajajaja.
En rapanui, los islotes reciben el nombre de “motu”. En concreto, este islote se llama Motu Tautara. La cueva va desde el agujero que ven ustedes hasta el mar… sí, directamente al mar. Hay que ser cuidadoso.
Poder ver el mar y el motu desde la cueva en medio de un acantilado es hermoso. Se escucha el mar rompiendo contra los roqueríos, te da la sensación de estar fuera del tiempo… realmente es muy bonito.
La cueva es un tanto compleja porque al comienzo es estrecha. Lo que ven arriba es la entrada a la cueva, durante los primeros metros debes gatear o andar en cuclillas y conforme avanzas, la cueva va ganando altura y podrás ponerte de pie. Pese a que era poco probable que me fuera a casa con la ropa limpia, debo decir que salí invicto jajaja.
Esta es la visión desde arriba, se ven los acantilados y al fondo el volcán Rano Kau, que es lo que han visto casi todos estos días en el cuaderno jajaja. En la foto no se ve pero corría mucho viento, una nube estaba lista para arribar a la isla y empaparnos.
Los caminos a las cuevas son malos, bien malos. Lo único que llega para allá son caballos y vehículos 4×4 como este hermoso Suzuki Vitara blanco.
Desde Ana Kakenga me fui caminando pensando en llegar a Hanga Roa.
Esas casas que se ven a los pies del extinto volcán Rano Kau son el pueblo de Hanga Roa. Ir a pie me dio la posibilidad de conocer y fotografiar estas zonas con harto detalle, fue muy bonito.
Hacer el cambio es genial, te da otra perspectiva de la isla porque vas recorriéndola a paso relajado, sientes el mar, el viento, ves las piedras volcánicas en el camino…
Aquí pasé a menos de un metro de unos caballos que estaban pastando. En otra ocasión vi varios caballos salvajes que corrían por el lugar.
Esta foto me encanta. A lo mejor se ve el Motu Tautara, logré caminar harto antes de que la familia de turistas que estaba usando ese Suzuki Vitara me preguntó si quería subir con ellos. Apenas me subí, ¡empezó una lluvia torrencial!
La verdad es que me quedaban unos 4 a 5 kilometros de camino, fue una bendición poder verlos y que se apiadaran de mis pies. Así que si alguna vez me leen, ¡les mando un enorme y cariñoso saludo!
Esto ya es nuevo y no había escrito… después de que ellos amablemente me fueran a dejar al hostal, aproveché de tomar once. En concreto, tenía que acabar algunas de las mercaderías que me quedaban para volver con menos equipaje al avión.
Me dispuse a descansar, puesto que ya había caminado harto en todo el día (comprenderán… porque el jardín y las cuevas las hice en el mismo día jajaja) cuando empieza a sonar una sirena, llegan Carabineros y también la familia con la que fui a Anakena. Agarraron lo básico, aproveché de meterme con ellos al auto y, en buen chileno, apretamos cachete / cuea … corrimos.
¡Alerta de tsunami!
Chile otra vez recibió la furia de la tierra en sus calles. Un terremoto de más de 2 minutos sacudió gran parte del norte y centro del país (pese a que suena corto, es bastante largo; pueden ver una compilación de registros y ver un registro en el aeropuerto). El epicentro fue en el mar y eso significa una cosa: hay que correr. Las partes que más sufrieron con las olas fueron La Serena, Coquimbo, Tongoy y otras localidades costeras. Pese a los daños, la zona se levantó y ya este verano estaba todo ok. Incluso Tongoy recuperó su playa.
En fin, nosotros no sabíamos mucho en la isla. Llegó Carabineros porque debían despejar la zona costera. Yo estaba acostado, tranquilo como siempre. Llegó la familia de turistas con la que fui a Anakena y me subieron al auto para escapar. En buen chileno, apretamos cachete / cuea; nos fuimos rajados… salimos rápido.
El primer sitio en el cual pensamos fue el volcán Rano Kau, porque es un sitio alto, aunque yo sabía que Mataveri ya era una zona suficientemente alta en caso de tsunami. La foto de arriba es la última que tomé durante esa larguísima tarde / noche, comprenderán que estaba lloviendo a cántaros.
Estuvimos un buen rato ahí, hasta que se nos ocurrió bajar a la zona de Ana Kai Tangata, ahí pasaron varias cosas bizarras jajaja. Entramos a un restaurant que está al lado del hostal Chez Jerome, comimos unas empanadas de atún muy ricas y fueron llegando varios turistas de distintas latitudes: españoles, argentinos, gringos, creo que hasta polacos, todos pedían cervezas y se ponían a contar cosas acerca de los terremotos. Incluso algunos policías nos acompañaron en la espera jajaja.
Esas empanadas fueron todo lo que comí durante esa larga espera. Nos fuimos a la iglesia que es uno de los puntos más seguros de la isla para estos casos. Al igual que este pequeño restaurant que les recomiendo (muy rica la comida), los otros locales de venta de comida y alcohol estaban llenos.
La iglesia también estaba llena de personas evacuadas. La espera fue larga, estábamos todos en el auto con la radio prendida. Rosana me prestó su celular para enviar un mensaje, así le dije a mi mamá que yo estaba bien. Honestamente, me preocupaban más ellos… yo estaba tranquilo acá. Llovía mucho y en la radio cancelaban la alerta de tsunami para todos…. menos para nosotros, pasaban las horas y nunca nombraban Isla de Pascua (acá suena un violín triste jajaja).
Finalmente, una auditora de la radio llamó quejándose de que no habían nombrado a Isla de Pascua y que todos estábamos expectantes respecto a ello. Claro, eran las 02.00 ó 03.00 de la madrugada en la isla, estuvimos alrededor de 8 horas “viviendo la alerta“. En la siguiente nota de prensa con los encargados gubernamentales, canceló la alerta y por fin pudimos volver al hostal que estaba en zona de riesgo.
Bonus Track: Día 07, la despedida de Isla de Pascua
Comprenderán que el día 06 fue más largo de lo habitual, por lo mismo me dediqué a arreglar todo antes de dormir en caso de que pasara de largo. Inicialmente mi idea era comprar unas frutas, pasarlas por el SAG y así llevar un regalo para mi familia, pero la mañana entera me la dediqué a estar en cama recuperando parte de mis energías.
Rosana, de la misma familia con la que vi a Anakena y que me rescataron del potencial tsunami, hizo unos pescados que nos quedaban como almuerzo. Me despedí de Bárbara, de Jimena y de las personas con las que compartí el hostal. Jimena nos fue a dejar al aeropuerto Mataveri, ahí pude saludarme con otros amigos que estaban en la isla y que yo no había visto antes. Es raro estar en una isla, en medio de la nada, y encontrarse con conocidos jajaja.
Les hice un especial sobre el Aeropuerto Mataveri, con fotos del interior y el orden de los trámites. Y el resto del día 07 corresponde al vuelo desde Isla de Pascua a Santiago en Premium Business de LAN.
Comentarios Finales
Último relato del Cuaderno de Viaje Isla de Pascua, me falta escribir un mini especial con los medios de transportes y queda listo. Ha sido muy bonito poder ver las fotos, recordar el Jardín Botánico Tau Kiani, el recorrido por las cuevas volcánicas y todo el ajetreo de la alerta de tsunami.
El viaje completo fue un regalo divino, una oportunidad de poder estar en paz en medio de las dificultades que impone estudiar y trabajar durante todo el año (alguien por ahí me entenderá). Espero haber podido transmitirle lo bonito que fue, con fotos bien hechas y apelando tanto a lo que aprendí, como lo que sentí. Un abrazo enorme y muchas bendiciones para cada uno de ustedes 🙂
LA BITÁCORA del VIAJE ISLA DE PASCUA
– Día 01 Hostal Tojika / Volcán Rano Kau / Orongo
– Día 02 El avión / Pueblo de Hanga Roa / Danza Pascuense
– Día 03 Tortuga en Hanga Piko / Ahu Akivi / Playa Anakena / Te Pito Kura
– Día 04 Tour Full: Rano Raraku / Ahu Tongariki y más / Tahai
– Día 05 Buceo / Compra de artesanías / Fotos nocturnas
– Día 06 Jardín Botánico / Cuevas volcánicas / Alerta de tsunami
EXPERIENCIAS DE VIAJE DESTACADAS
– Vuelo en LAN Airlines: Santiago a Isla de Pascua (Boeing 787) (Parte 1)
– Vuelo en LAN Airlines: Santiago a Isla de Pascua (Boeing 787) (Parte 2)
– Vuelo en LAN Airlines: Isla de Pascua a Santiago (Boeing 787 – Premium Business)
OTROS POSTS SOBRE ISLA DE PASCUA: Ver el Cuaderno de Viaje completo